Las ventas han bajado hasta un 50% en los comercios de las calles del centro que repara la SecretarÃa de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas y vigila el coordinador del Fideicomiso del Centro Histórico, que tiene al frente al ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta. Además de las dificultades de tránsito que provocan, entre la gente se crea una psicosis de que no hay dónde estacionarse. Las autoridades deben ser sensibles y acelerar los trabajos para evitar la quiebra de negocios, como ocurrió en Arista y Ãlvaro Obregón, donde las reparaciones duraron años, expuso el vendedor de insumos para lavadoras y licuadoras, José Enrique Alonso Capote.
Esperan que el gobierno estatal cumpla el compromiso de terminar las labores que realiza en Ignacio Aldama, Juan Sarabia, Hermenegildo Galeana e Independencia. Pidió más respeto por los comerciantes y ciudadanos que habitan en la zona del centro. Los contratistas deben tomar conciencia, ser honestos, no levantar una acera porque ganaron el concurso, si carecen de los recursos económicos. Después aducen que no consiguen material, lo que retrasa los trabajos con implicaciones para los vendedores que deben cubrir renta, servicios y empleados.
Alonso Capote precisó que los comerciantes del centro histórico están conscientes de que las obras son necesarias, que falta modernizar la zona porque el drenaje está desecho. Pero las faenas deben ser rápidas, trabajar 12 horas diarias. Recomendó a los ejecutores asesorarse con historiadores que saben dónde están los drenajes, túneles y cuentan con planos. “Excarvan y no encuentran los tubos. El Instituto Nacional de AntropologÃa e Historia interviene porque se deben respetar ciertos lineamientos o se encontró algún vestigio y retrasan todo. En Monterrey me tocó ver cómo en 20 dÃas reconstruyeron la calle Carlos Salazar, entre Morelos y Zaragoza. En el mismo lapso que ponÃan en San Luis las boquillas de las banquetas. En Arista y Obregón quebraron decenas de compañeros. Ahora sus familias pasan las de CaÃn, tardan mucho en recuperarse. DetenÃan las obras porque desapareció el dinero o les faltaba cantera. El ex gobernador Fernando Toranzo se metió a conseguir fondos extras para concluir los trabajos en Ãlvaro Obregón, donde se cambió de constructor. Entró Guillermo Leal a terminar y cumplió».
Alonso Capote recomendó a Sánchez Unzueta se deje asesorar por profesionales para evitar retrasos que tanto perjudican. Y se ocupe de gestionar los recursos. Lo que le entiende y gusta. Le reclamó no sea honesto sobre las fechas para concluir las metas. Debe integrar patronatos y manejar los recursos con transparencia. El objetivo de volver habitable el centro, resulta inviable por la inseguridad, carencia de servicios y algunos antros que se han abierto para chavos desorientados que salen y se dedican a pintarrajear los edificios históricos. Como se ha demostrado con las cámaras de seguridad de los propios comerciantes. Las que dicen tener las dependencias y ayuntamiento, se ignora quienes las conducen y para qué sirven. Los asaltos a las personas que van a los bancos a cobrar las quincenas son frecuentes.
El comercio ambulante es otro problema que no se ha podido solucionar por corruptelas y acuerdos polÃticos. Existen muchos negocios informales de «alto rendimiento» que son tolerados. “Si Juan Pérez paga mil pesos de renta y cumple con todos los pagos de servicios, no puede permitirse que otro se le ponga afuera de su negocio a vender lo mismo o un giro similar. Es parte del desorden y de la anarquÃa que existe. Mientras el centro esté infestado de ambulantes, es improbable que la Unesco pueda declararlo patrimonio históricoâ€.
Consideró que el proyecto de reubicar a los al lugar conocido como Tepeché, no va a funcionar, porque es una de las zonas más inseguras, igual o peor que el Eje Vial. En la noche es terrible el desorden que existe en todos los rubros, pese a estar cerca el edificio de seguridad pública. Se debe buscar un terreno con un entorno adecuado para tratar de resolver una problemática de Ãndole social y económica.
Otro pendiente es la falta de estacionamientos. No se ha concretado la repetida propuesta de excavar abajo de la Alameda para construir un gran cajón subtérraneo. Otra alternativa viable es hacerlos en los cuatro puntos cardinales que converjan al centro histrórico, en avenida Universidad, Calzada de Guadalupe y Carranza, desde Tequis, para dejar la parte central como zona de peatones. Permitir solo el tránsito de bicicleta y autobuses turÃsticos. Para concretar los planes se necesita gente con voluntad de invertir.
Alonso Capote expuso que los parquÃmetros no cumplen siquiera el objetivo recaudatorio, porque no los manejan las gentes adecuadas. No hay cuentas claras de lo que se recauda. No existe tolerancia para los usuarios. Apenas se vence el boleto y de inmediato los tránsitos colocan la araña. Cobran al momento 80 pesos por quitarla, lo que ahuyenta a los que quieren comprar o pasear. «Los comerciantes debemos contribuir y no usar el frente de los negocios para dejar los espacios a los clientes. No lo hacemos. Las autoridades también deben hacer sus aportaciones. Juntos reactivar y mejorar el centro histórico que es maravilloso. Nos falta valorarlo».