El escritor y activista, Xavier Sicilia, destacó que fue un error del ex presidente Felipe Calderón, combatir el narcotráfico cuando su gobierno ya estaba penetrado en todas las estructuras. “Faltó sentido político que nos ha costado muchísimo. Cuando inició el sexenio, se vino el desastre. Ahora tenemos 200 mil asesinados y cientos de miles de desaparecidos. Es el responsable fundamental de la idiotez. Espero que lo cargue en su conciencia en algún momento. Ahora se sumó Enrique Peña Nieto. Los imbéciles se juntan. Al compañero Tomás Calvillo no le gusta que uno califique. No lo hago, los defino, como decir que un árbol es un árbol. Bueno, aludo al par de imbéciles nos han destrozado la vida y al país, a muchas familias, por su negligencia, complicidad criminal y estupidez política”.
Expuso que “la esperanza es estar abierto a una grata sorpresa, cuando se cree que alguien va a mejorar las condiciones del país. Pero con las estructuras podridas de las partidocracias es algo iluso. Esperamos que gane el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador para que la izquierda ilusa sepa que no va a ser la diferencia. Nosotros necesitamos la excepción para entender que debemos cambiar de raíz las estructuras y acabar con las partidocracias. Tiene la posibilidad de exigir, cambien a las autoridades del Instituto Nacional Electoral. Si se niega y se sienta en la mesa de los tramposos, después que no se queje. Es el momento de limpiar el lugar del juego. Es el único que tiene la oportunidad de hacerlo. Ya lo denunció con claridad, tiene la fuerza de cambiar y paralizar el país. Pero si luego le hacen trampa, que no se queje”.
-¿En su charla previa, destacó que López Obrador será más de lo mismo?.
-Las izquierdas no han hecho la diferencia. El sistema de partidos ya no sirve. Hay una crisis, tenemos que repensar nuevas formas de democracia o seguiremos de ilusos. Hay que transformar de raíz el sistema y las estructuras políticas. La idea que nos han vendido de la democracia. O mañana encontraremos más fosas y esperamos nunca encontrar a nuestros muertos. Las candidaturas independientes tampoco son una alternativa. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, es un ejemplo de cómo no funcionan. Es el sistema, hay que refundar al país desde los cimientos. No se hará con las partidocracias, sólo con gente que de verdad le interesa mejorar la república. La ciudadanía lo puede lograr si pone en el centro sus derechos y conservar la vida. Pero en México, solo nos venden y usan como insumos.
“La democracia es el poder de la gente, pasa donde hay un acto generoso, solidario, justo, de servicio. Por desgracia, vivimos en un sistema de partidos y les creemos. Los sostenemos. El Ine les entregará un dineral para que nos mientan. Los fondos deberían estar invertidos para encontrar a los muertos, a los desaparecidos, desmantelar redes de tratas, trabajar por la justicia y la paz. Pero se invierte para engañarnos y perpetrar el sistema que nos mata. Hay que darle la espalda a los partidos. Pero a México, parece que el PRI lo corrompió a gran escala. Ganan con el voto duro, no con el voto ciudadano. Los que votan por una despensa o dinero no son ciudadanos, son esclavos. Mientras no haya quien levante la voz, es lo que vamos a tener, gente arrodillada. Además, con el propio dinero público, compran las conciencias, la miseria y el sufrimiento de personas que están destrozadas”.
“Estoy a favor de la no violencia, pero los imbéciles apuestan por la violencia, la desesperación de la gente. Administran de tal forma el sufrimiento y el infierno en que han sumido al país, que un día reventará. Vendrá una revolución, es como nacen las guerras, las luchas armadas, a base de sordera y estupidez de la clase política. No oyen el corazón del país. Lo arrojan a la desesperación, la violencia y las armas. Las víctimas están criminalizadas, despreciadas, vueltas seres inhumanos a fuerza de desprecio por parte de las autoridades y criminales. La ley de víctimas ha funcionado muy mal por desgracia, porque no hay justicia. Sólo acumulan víctimas. Mientras no haya un cambio de estructura, será un paliativo que no va a funcionar o lo hará en su mínima expresión. También debe detenerse la violencia o solo se acumularán más muertos”.
“Es un problema de diseño político, no de presupuesto. Las estructuras políticas y económicas están al servicio del crimen y las instituciones que sirven para buscar la justicia y la paz, no operan o lo hacen a su mínima capacidad. Es muy triste que seamos los viejos los que sigamos en la lucha. Antes eran los jóvenes los que salían a la calle a buscar, a transformar. Es triste. Les tocó un mundo difícil donde no hay esperanza. Pero son los que deben construirla y encontrarla”. Sicilia habló de los asesinos de su hijo. “No son humanos, se destruyeron de tal forma que perdieron su humanidad y yo les deseo que encuentren algo en su alma. Pero no son los únicos criminales de mi hijo, también está Felipe Calderón. No se ha dado cuenta de todos los muertos que nos creó, que son de su responsabilidad. Se lo dije en el 2011 y se lo repito: es el único y principal responsable del horror. Cuando un ser se obscurece, deja de ser humano. Felipe Calderón y la clase política en general, se han vuelto inhumanos por desgracia”.
“Es la gran pregunta que ninguna ciencia ha podido descifrar, ¿cómo se puede albergar tanta violencia y mal en un ser humano?. No se puede explicar o justificar. No debemos permitirlo. Quien no está en el amor no está en dios, quien ama de verdad, tiene a dios. Pero es solo un asunto humano que lo podemos oscurecer o florecer. Políticos y criminales son la misma especie, solo con distintos nombres. Se la rifan en sus propios infiernos, esperamos que se den cuenta algún día de todo lo que han creado. Deberíamos estar en las calles enojados por las fosas, la delincuencia, no quedarse callados. El aspirante presidencial, Emilio Álvarez Icaza, ha dado la batalla, denunció las cochinadas del Ine. Pero fue solo una nota. Los ciudadanos no se indignaron a tal grado de generar un frente para limpiar el organismo. Si van a jugar con tales árbitros, deben saber que las cartas están marcadas”.
“Ahora todo se trata de dinero. Hay un vínculo profundo entre las clases políticas y el crimen organizado que se expresan en la misma lógica del totalitarismo, el sometimiento y el exterminio. El poder es criminal, la lucha política es la violencia por otros medios, la criminalidad por otros medios. Es una forma de demostrar que las mafias que no aman al país. Les interesa cómo se quedan con las plazas, las presidencias y los territorios. Ambos son inhumanos, ya no hay diferencia entre el bien y el mal. Se volvieron cínicos, psicópatas. Hay que tener mucha altura espiritual para poder perdonar. Falta tiempo para lograrlo en el país. Yo lucho todos los días contra mi odio. Todo lo que ha sucedido es porque lo hemos creado, querido, no hacemos nada para cambiarlo. Creo que el ser humano tiene la capacidad para destruirse o salvarse. No es un fatalismo, somos imbéciles, no estamos a la altura de la conducta humana. El perro que tenemos en la política es uno de tres cabezas. Son los políticos, los partidos, pero al final es el mismo perro, el mismo cuerpo. Hay que darle la espalda a los políticos y partidos. El hombre tiene la capacidad para salir adelante. Estamos en un estado de revolución. Pero no sabemos cuánto va a durar, porque las revoluciones son diferentes movimientos sociales, como las autodefensas. Estamos en rebelión. Es lamentable, no se sume todo el pueblo. Al menos es un avance”.
Expuso que la violencia en México se ha normalizado. “Cuando recorrimos el país y una parte de Estados Unidos hace 6 años, había 40 mil asesinados y 10 mil desaparecidos. Ahora van 200 mil asesinados, no sabemos cuántos destrozados ni desaparecidos. El presidente Enrique Peña manejó 30 mil desaparecidos, pero era la cifra de su antecesor Felipe Calderón. Tan sólo en Morelos hemos abierto 7 fosas que no son del crimen organizado, pertenecen al gobernador Graco Ramírez, a las fiscalías, donde hallamos 200 cuerpos, de los que entregamos 8 que eran buscados. Tales hallazgos a nadie le preocupan, estaban apilados como basura. Había niños, adolescentes atados de las manos, vendados de los ojos. Cuando no nos importa el dolor ajeno y el país lo acepta, es una mierda. Me critican por decirlo. Es indigno, hemos aceptado lo intolerable, estamos peor que Siria o los atentados terroristas de Europa. Nos conmueven 13 muertos, pero no volteamos a mirar los que tenemos en casa. En alguna parte de México o la entidad, ahora, desaparecen a alguien. Llevan a una hija de nosotros a una red de trata, descuartizan a alguien y no nos importa. Les inquieta más el socavón, si se robó dinero el director de Pemex, Emilio Lozoya, las elecciones, si iba a ganar la candidatura de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum ¿Pero qué pasa con los crímenes que han encubierto tantos cabrones?. No vemos cómo resolver el problema para que los tipos y tipas que han secuestrado el país dejen de hacerlo y volvamos a restablecer un nuevo orden para empezar a salir del bache. Pero mejor acumulamos muerte, sufrimiento y dolor. Se volverá a repetir si somos incapaces de poner un alto. No será fácil, de la noche a la mañana. A los alemanes les costó muchos años”.
“Me pregunto, ¿qué será de nosotros, cómo podemos vivir así, si borramos y silenciamos?, ¿por qué no salir, parar la república y decir se acabó? Algunos plantean esperar a gane López Obrador. Es la misma mierda, nadie lo hará. Lo tenemos que hacer los ciudadanos, como seres humanos, como hermanos de una patria. Pero las fiscalías, como la de Morelos, entierren muertos, entonces no habrá tiempo ni lugar para la memoria. Una fosa de Los Zetas que se encontró en Veracruz y las tumbas de Morelos son igualitas. Cuerpos metidos en bolsas, aunque las de los grupos criminales estaban limpias. Uno se pregunta si fue el estado el que enseñó al crimen organizado a desaparecer o viceversa. Sostengo que fue el estado. Lo que me ocurrió a mí, Julián Lebarón y los que menciono en el libro, los cientos que no están en la novela, ya que es imposible nombrarlos, debemos verlo como algo que nos sucede a nosotros. Entendernos como hermanos. O no somos dignos de ser mexicanos. Los tres o cuatros que hablamos no hacemos la diferencia. Es como encender una vela en la noche, para que por lo menos, haya un lugar donde la niebla no sea total. Pero la noche puede ser más oscura si vamos a esperar que un día nos toque”.