El ex presidente estatal del PRI y ex diputado local, Adolfo Octavio Micalco Méndez, resaltó que el futuro de su ex partido no es nada promisorio. Incluso, se encuentra en riesgo de perder el registro. Tuvo una alternativa de enmendarse en las últimas votaciones donde se eligió como dirigente nacional a Alejandro Moreno, Alito, que llegó mediante un proceso viciado. Expuso que el voto duro en San Luis, se encuentra en las personas mayores. Se reflejó en los magros resultados que alcanzaron las ex candidatas a la alcaldía de la capital y Soledad, Cecilia González y Margarita Hernández. Expuso que fue expulsado por sucias maniobras del ex gobernador Fernando Toranzo, coludido con la ex dirigente nacional, Beatriz Paredes. Destacó que es imposible una alianza PRI-PAN en las próximas elecciones por la guberntaura, ya que uno es un opositor sistemático y otro ya perdió su identidad. Es más viable que se una a Morena. Destacó que después del fallido experimento de las candidaturas independientes, volvieron los tiempos de formar nuevas siglas.
-Se habla de una posible alianza entre el PRI y el PAN.
-No se ha dado en toda la historia a ningún nivel, estatal, municipal, ni federal. Y menos ahora. El PAN ha estado en oposición diaria con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es entendible porque es un partido que nace en 1938. Ha sido siempre de oposición al gobierno, es su esencia. Cundo estuvo en el poder cometió errores. En cambio el PRI no encuentra su identidad. Nació en el 1927 como Partido Nacional Revolucionario. Después de Enrique Peña Nieto, no saben cómo actuar. Tratan de repetir los mismos esquemas. En la cita de los gobernadores del PRI con el mandatario Andrés Manuel López Obrador, casi pidieron la bendición. El de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, que antes fue un opositor muy fuerte, se convirtió en adulador.
“El PRI no encuentra el rumbo. Aunque habían aprobado un proceso abierto, si le dan credibilidad, pudieron legitimarse. La gente hubiera creído que cambiaron. Al contrario, se cerraron, hicieron la chapuza de rigor y orillaron a que José Narro renunciara. A otros como Ulises Ruiz, le cerraron la puerta. Usaron chicanas legales para no dejarlo participar. Se quedó el mismo grupo de siempre, por lo que están muy disminuidos, sin ser una oposición real, sin presencia en otros estados como San Luis. Están al frente los mismos grupos que en el pasado lo llevaron a la debacle por las oscuras prácticas, sin procesos abiertos”.
“Me quisiera equivocar porque en el PRI fue donde me formé. Se advierte que anda en la pelea por sostener su registro en las elecciones que vienen. En Baja California se fueron al cuarto lugar. La alianza PRI-PAN, es complicada, menos por el cisma que vive el tricolor. El PAN ha tenido mejor presencia, ganaron la senaduría, capital, aunque como en otros partidos, trae una lucha interna muy fuerte entre los grupos que apoyan a uno u otro candidato. Aparecen los que están con el alcalde Xavier Nava. El diputado federal Xavier Azuara. La diputada local Sonia Mendoza. El ex senador Octavio Pedroza. No la tienen fácil, hay mucha fractura. Por otro lado, están otros partidos en ciernes. Con la experiencia del ex candidato presidencial, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, con el desánimo que generó, las candidaturas independientes no cuajaron. Entonces, los partidos se volvieron de nuevo el cauce natural de la participación ciudadana”.
-¿El PRI está en riesgo de perder el registro, cuando antes era invencible?
-Es explicable, por la cerrazón. La responsabilidad política es de los dirigentes formales, pero también del gobernador Juan Manuel Carreras, que en un tiempo se fue del partido y trabajó en un sexenio panista. Aunque ganó por el PRI, donde por tradición, es el responsable de la política partidista. En la entidad, Carreras no ha actuado como un priista entusiasta, que le meta ideología, fortaleza, prácticas democráticas, difusión, apertura. Al contrario, uno de sus secretarios, que es o era responsable de los procesos internos, Edmundo Torres Cano, se dedicó a bloquear al que resultó ajeno. Propusieron candidatos, en su gran mayoría, afines a sus intereses. No les importó si tenían una imagen positiva y amplia base electoral. Lo único que buscaron fue lealtad y sumisión a quienes controlan el PRI en los actuales momentos.
“Si a nivel nacional le falta legitimidad, en lo local está cerrado, sin una política clara, donde la gente sepa que gobierna el PRI y que lo hace con eficacia. Al contrario, ignoran que manda el PRI. Son tan grises. No miran un mandato exitoso. Cada año hacen un refrito de lo mismo, que se crearon 70 mil empleos en 4 años, 70 hoteles, un parque en Rioverde. No se nota una estrategia de comunicación para decirle a la gente lo que pasa. El PRI cruza un momento muy triste, que no merecen sus militantes. Cae cada día. A nivel nacional, no actúa como oposición. En muchos casos, apoya las propuestas de Morena. Está borrado del esquema de gobierno. No va a prosperar, me gustaría equivocarme”.
“Como decían los viejos, por las vísperas se juzgan los días. En las últimas votaciones, el PAN propuso un candidato innovador para alcaldía, Xavier Nava, que había roto con los ex alcaldes de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona. Se identificó como independiente y luego se fue al PAN. Con un discurso claro, la gente identificó la diferencia. En el caso de Gallardo Juárez, la ciudadanía vio la continuidad, por lo que no era conveniente siguieran los mismos. El PRI lanzó en la capital a Cecilia González y en Soledad a Margarita Hernández, que luego abandonaron en el proceso, no las arroparon lo suficiente. Varios operadores de las colonias apoyaron al PAN. Las propusieron como testimonio, para rescatar el voto duro. Lo demás que alcanzaron se lo dieron a Nava, era evidente la alianza de facto del gobernador. A nivel estatal, en las próximas votaciones, Carreras y sus gentes pueden tener un comportamiento muy similar. Usarán un abanderado inocuo, que les ayude a rescatar dos o tres diputados plurinominales, que le ayuden a defender el año más difícil, el séptimo. Entonces podría respaldar al que lance Morena”.
“No se miran con claridad, políticas publicas basadas en la ideología del PRI, que ha sido traicionada por muchos. Lo decía el ex gobernador de Tabasco, Carlos Alberto Madrazo en 1968, no queremos candidatos que se sorprendan de su militancia. Hay muchos funcionarios que no escucharon hablar de la revolución, como decía el ex gobernador de San Luis, Gonzalo Santos, cuando le preguntaron del ex presidente José López Portillo. Contestó que su abuelo fue gobernador. Díganme en qué mesa familiar, lo escucharon hablar a favor de la revolución. Hay funcionarios cuyo mayor compromiso es consigo mismos. Están en la dinámica del sálvense quien pueda. Lo mismo sucede en el PRI. Con tales posturas no se construye un partido, menos la victoria. Lo más seguro es la derrota, una debacle. Desde hace más de 10 años, no pertenezco a ninguno. Participé en varios proyectos independientes. Aunque fueron ejercicios positivos, es momento de retomar los partidos. Hay algunos que se forman, es dónde hay que dar la batalla. A otros los veremos solo de chapulines”.
“López Obrador tenía una base de voto duro importante. La construyó a lo largo de 18 años de campaña, recorrió todos los municipios del país. Nadie hizo lo mismo. Su actitud persistente le dio el voto duro, primero al PRD, luego a Morena. Ganó porque sumó un gran número de mexicanos desencantados de las políticas neoliberales y entreguistas, sobre todo en el tema de petróleo, con Peña Nieto. La guerra de Caderón contra el crimen organizado, arrojó muchos muertos, por el grado demencial de los cárteles. Fue muy marcado el estigma, el rechazo de la gente que culpó al gobierno. Con Peña, el escándalo de la Casa Blanca, asqueó a la ciudadanía. Después vino lo de Ayotzinapa, con la incapacidad para encontrar a los jóvenes. Luego el tema de los gobernadores bandidos, delincuentes, que se dedicaron a saquear de manera impune los recursos públicos, como Xavier Duarte, en Veracruz, con las quimioterapias y los excesos de su esposa. Karime Macías. El hurto constante de los recursos. Apareció en Quinta Roo, Roberto Borge, que se apropió de tantas propiedades para desarrollo turístico sin ningún miramiento. El de Chihuahua, César Duarte, saqueo el estado y está prófugo. En San Luis actuó el sinvergüenza de Fernando Toranzo, que le tocó la suerte de dejar como sucesor a Carreras, que le tapó todos los desvíos y robos. Todo el cúmulo de sinvergüenzadas llevó al hartazgo y querer un cambio. Tiene sentido el triunfo de López Obrador”.
-Alejandro Moreno, Alito”, llegó fragmentado, habló de recomponer al PRI, como si fuera Martin Luther King
-Fue impuesto. Su opositora, Ivone Ortega, lo definió exacta. Se convirtió en la mascota de López Obrador. No tiene legitimidad, ni cara para hablar de cambios. En algunos anuncios habla tonterías. Nadie le cree. Lo miran y lo tildan de descarado. Se apropió de la dirigencia a la mala. En el pecado lleva la penitencia, porque no tiene recursos, legitimidad ni votos.
-En Morena también resultó un fracaso la elección de consejeros.
-Es natural que ante la evidente mayoría, los grupos tratan de apoderarse de los espacios para poner candidatos. En Morena imaginan que el triunfo está asegurado. Pero están equivocados. Aunque López Obrador tiene calificaciones que lo favorecen, a nivel local es otra historia. La gente votó por Morena, pero mañana puede hacerlo por el PAN en otros lados. Se equivocan, deben meterle inteligencia y acuerdos para que sus procesos transiten de manera clara y tranquila y la gente los mire con agrado. No como una alternativa rijosa.
Micalco habló de personajes no gratos que, oportunistas, se incrustaron en Morena, como pasó con el también ex diputado local y ex líder estatal del PRI, Jorge Arreola Sánchez. “Junto con su familia, se fueron desde antes. Su hija, Paola Arreola, es diputada por el Partido del Trabajo. No me tocó expulsarlo, pero si fue en mi periodo. Otro ex presidente del partido es Ángel Castillo, es opositor hasta que le dan chamba. Lo vimos antes muy crítico y ahora colaborador del comité estatal que encabeza Elías Pecina. Parece que es asesor o secretario adjunto. A lo mejor también emigra a Morena. Hay que esperar”.
-El historiador Joaquín Muñoz, fiero militante de Morena, aspiró a dirigirlo en la entidad. Por las chicanas que le cometieron, optó irse a fundar el partido Demócratas.
-Es correcto que existan otras opciones. La gente decide qué partido alcanza o no el registro. En el pasado estaba muy marcado quién era del PRI, gobiernista o revolucionario. Había una clase política con inteligencia en el PRI, que renovaba sus cuadros. Fue lo que le permitió durar tantos años. El país se transformó y avanzó. Luego llegaron los neoliberales, que se habían formado en el extranjero. Es cuando abandona tales prácticas y se convierte en una franquicia. Empezó a decaer. Es lógico que las personas busquen otras alternativas. No creo que estén agotadas las ideologías, aunque a veces se dejan ir por las redes sociales, por la aceptación, likes, para tener seguidores. Pero al ejercer el gobierno, tienen que hacerlo bajo una doctrina. Por más que haya otros elementos de mercadotecnia y participación.
-¿Nueva Alianza desaparece?
-Se mantiene como franquicia estatal. Está en ciernes el partido de la dirigente moral del magisterio, Elba Esther Gordillo. Tiene futuro si arreglan sus problemas internos. A nivel nacional se dan con la cubeta. Los partidos deben proponer a gente honorable, correcta, que genere confianza. El alcalde de Valles, Adrián Esper, era antes del PRI, se fue de independiente y ganó. Lo vieron con posibilidades de generar un cambio. Lo permanente en México es el cambio. En cada elección, se busca mejorar. Cuando llegó Peña Nieto, no actuó acertado con la reforma energética. No le dio autonomía al país, se la quitó. Abandonaron las refinerías. Calderón le dejó el terreno y 38 mil millones de dólares para hacer una en Tula. Pero los destinó a otros fines. Olvidaron el mantenimiento de las refinerías de Salamanca, Nuevo León y Ciudad Madero. El país produjo menos gasolina y Pemex empezó a comprarla en el exterior. Llegó el momento que vendían 10 pesos de petróleo e invertían 12 en gasolina. Ahora que sube el precio del petróleo, nos perjudica a todos. Si hubo el cambio que la gente quería. El que se haga una refinería es acertado. Otros dicen que las energías limpias son mejores, como la eólica, eléctrica, solar, pero no producen autos eléctricos. Mobil hace una refinería en Texas para vendernos combustóleo más caro. Cuando se dio el huachicoleo, Mobil era la única que tenía gasolina, porque no la surte Pemex.
“A nivel municipal, el PRI cometió graves errores en la etapa de Victoria Labastida. Planeó hacer albercas por los campos ferrocarrileros. Al final las suspendió porque eran muy caras. Labastida tuvo siempre en contra al gobernador Fernando Toranzo. Era un viejo rencoroso, visceral, sinvergüenza. Fue un caso de venganza. Amenazó que se la iba a pagar. El galeno dijo que como oficial mayor del congreso, lo tuvo en antesala, al acomplejado. Todos los días buscaba como joderla. Mario García llegó sin ningún plan de gobierno. Se cobijó en la aureola de que fue rector de la universidad autónoma. Lo patrocinó el dueño de Conciencia Popular, Óscar Vera. Yo era consejero alumno de ingeniería. Vi entrar a García con un traje que apenas le quedaba. Siempre ha sido un hombre voluminoso. Ante la falta de cuadros del PRI, luego se coló, hábil, como candidato a la alcaldía. Se fue para abajo por las malas decisiones. No atendió las colonias. Es donde desaparece el PRI. Carreras abandona a dos candidatas mujeres. Las meten para cumplir el requisito de género. Hicieron su esfuerzo sin ningún apoyo. Muchos del PRI apoyaron al PAN. Carreras tiene sangre panista. Aunque era dirigente de la Fundación Colosio, en un mitin de Calderón, se subió al templete y se puso la camisa panista. Yo era presidente del PRI. Me causó sorpresa y luego enojo”.
“Mario Garcia resultó flor de un día. Nunca participó en política. Aprovechó para quedarse en la rectoría, donde todo funciona por inercia, hay lana y cero conflictos. No es lo mismo cuando se va de presidente municipal. Compitió contra Alejandro Zapata, que venia de perder la gubernatura y la gente ya no lo quiso. En su etapa de alcalde, no tuvo un desempeño notable, fue muy cuestionado. Carreras hizo a García director del Conalep como premio de consuelo. Ya no era viable para la gubernatura. En Soledad, el PRI tiene 25 años sin ganar. Los cacicazgos lo echaron fuera. Como el del ex dirigente de la CTM, Guadalupe Vega Macías, que antes ganó dos veces la alcaldía. Se creyó dueño del municipio. Se pierde la primera vez cuando se empeñó en dejar como relevo a su hija Magdalena Vega. Las bases se inconforman. No les gustó la imposición y se van con el parmista Roberto Cervantes. Ganó y se acabó el PRI en Soledad. Es muy difícil que regrese, está por delante el PRD, el Verde, los Gallardo como corriente y Morena”.
-¿Cómo fue tu llegada al PRI?
-Fue una competencia dura y de frente con Jorge Arreola. Al final llegamos a un acuerdo. Se quedó con la presidencia y mi grupo con la secretaría general. Cuando se va de candidato por una curul, me quedo en su lugar. Nunca se me ha dado nada fácil. No me quiero parecer a mis ex compañeros. Toranzo era intolerante, terco, irreflexivo. Me le puse al brinco cuando se armó la lista para diputados locales. En la vida he aprendido a defender lo que me pertenece. Perdimos en el Tribunal Federal Electoral por las triquiñuelas que hizo el comité ejecutivo nacional. Nos derrotaron en la contienda y Toranzo extravió la vergüenza. Hace 10 años que abandoné el PRI. Fui expulsado, entonces creí que me hicieron un daño. Después comprendí que se trató de un favor. Me quitaron la candidatura para diputado federal por el distrito de Rioverde. La dirigente nacional, Beatriz Paredes y Toranzo inventaron un proceso para correrme. Paredes iba a ser legisladora. No acepté ser suplente. Nunca he sido mascota de nadie. Hubo un proceso donde hicieron mil aberraciones jurídicas. Me juzgaron tres veces por los mismos hechos, pusieron testigos y pruebas falsas. Ahora que se vino la debacle del PRI, si cambia sus siglas, se perderá por completo. Todavía guarda el voto duro en la gente que recuerda el México que se fue. El voto real es el que consiguieron Cecilia González y Margarita Hernández. No dejarán sus viejas prácticas, mentiras y exclusiones. Están cerca de que el Instituto Nacional Electoral les cierre la llave. No saben vivir sin recursos públicos. Ya es hora que los partidos tengan financiamiento privado. No es sano que el gobierno federal les de para sus gastos administrativos. Deben sostenerse con las cuotas de los militantes, para que las decisiones no las tomen los dirigentes. El PRI no cambió su centro de gravedad.