“Ni en los 70 del PRI se daban prácticas tan sucias”, dijo el ex candidato a la dirigencia estatal del PAN, Jorge Alejandro Lozano Soto, cuando en conferencia de prensa hizo público el relleno de urnas, violación de paquetes electorales, la intromisión a ojos vistos de la actual dirigencia en los comicios donde se impuso con trampas Juan Francisco Aguilar Hernández. El cochinero se anunció con anticipación y aterrizó el día del proceso. Inflar las urnas y poner la estructura material y financiera a favor de Aguilar, no fueron las únicas y viejas prácticas que manejó el líder saliente, Xavier Azuara, también recurrió a la compra de votos, en algunos municipios lo pagó en 2 mil pesos, entregó despensas y láminas, ofertó cargos en el partido y ayuntamiento de la capital.
Al equipo del fraude, los afectados lo identificaron como la “delincuencia desorganizada”, lo conformaron Azuara y sus aliados, los diputados locales, José Antonio Zapata Meraz, su primo y tesorero del comité estatal, Rubén Guajardo Barrera y el secretario adjunto, Rolando Hervert. En el grupo también se ubicó a la diputada federal, Josefina Salazar Báez, aunque no existían resultados definitivos, festejó con mariachis el “triunfo” de Aguilar Hernández. Se ubicó como el gran orquestador del fraude interno a Guajardo Barrera, encargado de hacer el trabajo sucio en el 2015. Con el mismo esquema ganó la mayoría de las elecciones internas para diputados locales, federales y alcalde de la capital. Entonces uno de los puntos claves fue el control del sistema de cómputo donde el responsable de la captura de actas fue Israel Esparza Rodríguez, actual director de ecología y aseo público en la capital, recomendado de Guajardo Barrera. Ahora ocurrió lo mismo, fue el que llenó las actas en la primera y segunda vuelta del proceso.
La corriente opositora a Azuara y sus aliados divulgaron que con el triunfo de Aguilar termina la relación de la dupla Azuara-Guajardo, el que gana es el diputado local, que ya busca un puente con el edil Xavier Nava para impulsarlo como candidato a gobernador en el 2021 a cambio de sucederlo en la alcaldía. Sin embargo, quien conoce desde las entrañas al binomio, aseguran que no se van a fracturar, al contrario, se reacomodaron. El proyecto de Azuara es buscar la gubernatura y Guajardo la presidencia municipal. El diputado tendrá que enfrentar a Josefina Salazar, del mismo bando. Buscará su propia alianza con Aguilar Hernández, al que respaldó.
Azuara y Guajardo tienen enfrente al ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta que intentará imponer en el 2021 como candidato a gobernador a su sobrino Xavier Nava Palacios, que apoyó a Jorge Lozano, pero en el último tramo se zafó y respaldó a Aguilar. Su equipo dijo que se mantuvo al margen. Sin embargo, dejó el paso libre para que funcionarios de su gabinete de bajo perfil, recomendados de Azuara y Guajardo, operaran a favor de Aguilar. Sánchez Unzueta ya conoce el camino, en el 2002 empujó también desde el PAN al priista Marcelo de los Santos, que en el proceso interno derrotó con zancadillas al ex edil Alejandro Zapata.
“La mafia de Azuara” y Sánchez Unzueta tienen que doblar a sus opositores, donde figura la diputada local y ex senadora Sonia Mendoza Díaz. Es la única que se coló como integrante de la Comisión Permanente en el comité nacional del partido. Marcelo de los Santos busca plantar a su hijo Marcelo de los Santos Anaya. Le apuesta a que el hermano del presidente estatal electo, Rafael Aguilar Hernández, fue subprocurador en su mandato y podría ayudarlo a conseguir sus propósitos. La otra opción que maneja es el notario público Alfonso Castillo Machuca, que forma parte de la planilla ganadora de Aguilar y quizás se convierta en secretario general adjunto. Castillo fue secretario de gobierno con el contador público, que pidió a Lozano Soto y seguidores no impugnar las elecciones pese al batidero.
Otro que ya está formado es el acomodaticio ex senador Octavio Pedroza Gaitán, que apoyó desde el inicio a Lozano y nunca claudicó. Pedroza tiene una liga estrecha con Nava Palacios, pero nunca imaginó que se cambiaría de camiseta. No lo quiere de opositor en el 2021. El equipo de Pedroza difundió que Nava buscaría reelegirse para dejarle el camino despejado al ex senador. Pedroza tiene otra opción, ser candidato independiente, podría encabezar la renuncia masiva de más de 600 panistas que se afiliaran al partido del ex presidente Felipe Calderón.
El ex alcalde tiene también el apoyo de tres de los cuatro empresarios que impulsaron a Marcelo de los Santos. Uno es el dueño de la empresa de acero inoxidable, Juan Autrique. El monopolista de las pieles y dueño del rastro, Rafael Barral Pontones. El propietario de la industria de chicles Canel´s, Roberto García Navarro. Solo falta el magnate minero José Cerrillo Chowell. El quinto aspirante a la silla de palacio de gobierno es el senador Marco Antonio Gama Basarte. Espera que su hermano, Aureliano Gama Basarte, ayudante del gobernador Juan Manuel Carreras, lo apoye. Tal vez ya empezó la tarea, con el primer golpe al más fuerte aspirante, Xavier Nava. El 14 de diciembre, con 25 votos y 2 abstenciones, los diputados en pleno bajaron la propuesta del edil de subir la tarifa del agua un 40%. Votaron en contra priistas, verde ecologistas, morenistas, perredistas, hasta los legisladores de Azuara.
Lozano un candidato sacrificado
El fraude con el que se impuso Aguilar Hernández tampoco fue el único ingrediente de la derrota de Lozano Soto, que abonó a su propia caída cuando se convirtió en candidato de unidad, luego que declinaron a su favor el ex diputado federal Juan Pablo Escobar Martínez y el ex edil de San Ciro de Acosta, David Salvador Hernández Martínez. A Lozano le pesó que su padre, el ex edil Jorge Lozano Armengol, rompiera su credencial de panista y renunciara al partido. Algunos correligionarios nunca perdonaron el agravio. Además, Marcelo de los Santos no logró que el ex diputado local, Héctor Mendizábal Pérez, al que le ganó el ego, no pudo sumar al ex legislador Manuel Aguilar Acuña, “El Kipy”, que les hizo creer, iba a respaldar la propuesta. Al final sacó más de la mitad de votos que la misma coalición, apoyada por la elite panista.
Vino la desbandada de seguidores de Escobar y Hernández al equipo de Aguilar Acuña. Con el respaldo de Mendizábal, en la primera vuelta alcanzó mil 143 votos, más de la mitad que Lozano, Escobar y Hernández juntos, el equipo de Marcelo de los Santos, los ex senadores Alejandro Zapata, Pedroza, Miguel Martínez Mireles, Lozano Armengol, Gama Basarte, el ex diputado federal Álvaro Elías y algunos empresarios. La propuesta de un candidato de unidad la impulsó Marcelo de los Santos cuando inició la precampaña, ya que no congenia con Azuara ni Guajardo, a los que nunca perdonó, no haberlo lanzado como senador. Entonces se inclinó por Lozano, que antes hizo a su padre edil y buscó dejarlo en la gubernatura, pero no cumplió con las expectativas. A cambio, Lozano Soto sería el principal promotor de Marcelo de los Santos Anaya a la gubernatura, ya que despreció la candidatura a alcalde porque le pareció insuficiente.
El lunes 26 de noviembre, a cuatro días del debate de candidatos a la dirigencia, que organizó el comité estatal, en conferencia de prensa, Lozano Soto declaró que cuatro de los cinco contendientes, donde se incluyó, además de Escobar, Hernández y Acuña, crearían un frente común para acabar con los abusos de poder y las intromisiones de Azuara, quien pretendía imponer a Aguilar. El lunes 3 de diciembre se reunieron Marcelo de los Santos, Gama, Zapata, Pedroza, Mendoza y los cuatro aspirantes. El tema principal, definir un candidato de unidad para ganar, no había otra manera de derrotar a Azuara y Guajardo. Se invitó a Mendizábal, pero no asistió. En el encuentro no se pusieron de acuerdo. Lo dejaron a los candidatos, que hacen un recuento de estructuras, votos y definen el reparto de gastos. Hernández se fue al tercer lugar, lo siguió Escobar. Sin embargo no decidieron por Lozano. Acordaron visitar a Marcelo de los Santos y le mostraron las cuentas. Les dijo que respaldaran a Lozano.
El miércoles 5, dos días después que la candidatura de unidad se concretó, Escobar y Hernández declinaron a favor de Lozano. Los flanqueó Marcelo de los Santos, Gama, Sonia Mendoza, Pedroza y el ex presidente municipal Mario Leal Campos, los ex regidores Enrique González, Raymundo Ramírez, Marcela Zapata y Laura Gama, la ex diputada federal, Silvia Degante, entre otros. Lozano agradeció a Hernández y Escobar su apertura y generosidad hacia el proyecto que encabezó. Manifestó su confianza en alcanzar el triunfo el 9 de diciembre con 3 mil 500 ó 4 mil votos. Le faltaron los de Aguilar Acuña, Escobar y Hernández, ya que sus seguidores se fueron por otro rumbo.
La ruta del fraude
La imposición de Juan Francisco Aguilar Hernández al frente de la dirigencia del PAN se marcó desde mucho antes de la precampaña. Azuara y Guajardo iniciaron una gira estatal para visitar comités y delegaciones, entregaron a panistas despensas, láminas y recursos. Realizaron desayunos, comidas y reuniones donde manifestaron de manera abierta apoyar a su alfil. Se habló que panistas huastecos denunciaron una campaña de terror por parte de Azuara, los diputados Rolando Hervert, Rubén Guajardo y Josefina Salazar. Presionaron a los alcaldes de Tamazunchale, Toño Costa, al de Aquismón, Óscar Suárez, al de Xilitla, Martín Eduardo Martínez y su cuñado, el ex edil Xavier Pacheco, al ex candidato a la alcaldía de Valles, David Medina, para que apoyaran a Aguilar. Denunciaron que Aguilar, junto con Rolando Hervert y Rubén Guajardo, con personal que cobra como asesores en el congreso local, a bordo de camionetas con vidrios polarizados, buscaron repartir despensas y láminas a los militantes más pobres. Pero fueron interceptados y no pudieron cumplir su cometido.
Octavio Pedroza declaró que Aguilar es una marioneta de Azuara. Lamentó que como persona decente, ahora sea la herramienta de un grupo que busca continuar con el poder en el PAN. Dijo que la dirigencia actual ha resquebrajado al partido por sus actitudes de favoritismo. Llamó a los militantes buscar otras opciones para recuperar el rumbo. El siguiente paso de Azuara y Guajardo fue impulsar una comisión estatal organizadora de las elecciones, encabezada por José Luis Contreras Rojas, que apenas se supo de la alianza, declaró que no habría cambio de boletas. Los votos que se emitieran para cada uno de los candidatos, los contaría en lo particular. Descartó reimprimir las boletas, como lo solicitaron tres aspirantes. Tampoco sumaría en conjunto a favor de otro contendiente. Iban a aparecer los cinco participantes. Los votos se contarían para cada planilla, ya que no hubo ninguna declinación o renuncia expresa por alguno de los candidatos. Sin acuerdo previo, Contreras dejó que el comité estatal del partido trasladara las actas de los centros de votación, que se instalaron en los comités municipales, excepto en la capital, donde se ubicaron cuatro mesas en el Jardín de San Miguelito. Habló de 49 instancias en la entidad, aunque solo fueron 43, pero no detalló los lugares. Se supo que uno fue Ébano.
Los seguidores del edil de Ébano, Crispín Ordaz, denunciaron que el diputado Rubén Guajardo lo amenazó con no pasar las cuentas públicas si se negaba apoyar a Aguilar. Ordaz, junto con el comité municipal del partido, divulgaron que no había las condiciones de seguridad, culparon a la delincuencia organizada de intentar abortar el proceso. Azuara y su grupo no tienen ascendencia entre la militancia. Recuerdan que la ex diputada local hoy federal, Josefina Salazar, convenció a Ordaz, tenderle una trampa al entonces legislador, Enrique Flores, lo que derivó en la filtración que hizo del video donde afloraron las corruptelas del congreso, los chantajes para blanquear las cuentas públicas de alcaldes y ex alcaldes.
El domingo 9 de diciembre votaron 6 mil 209 panistas de un padrón de 8 mil 214 militantes registrados. El proceso concluyó a las cuatro de la tarde, dos horas antes que la elección de la dirigencia nacional. En los resultados de la primera vuelta y preliminares, el equipo de Azuara ventiló que Aguilar había ganado con más del 5%. Lo mismo manifestó el grupo de Hernández, que Lozano se había impuesto con semejante porcentaje en la capital, Matehuala y 10 municipios más. La comisión dijo que Aguilar resultó vencedor, pero el margen no alcanzó el 5% y ordenó se llevara a cabo el conteo de la segunda vuelta de las boletas.
Después de las 11 de la noche, los seguidores de Lozano amenazaron con bloquear las instalaciones el partido. Manifestaron que iban a sacar de los pelos a Aguilar si decidía tomar protesta. “Basta de tales cabrones, no pueden tener secuestrado al partido”. La Comisión Estatal Organizadora, vía boletín, declaró un receso hasta tener el mayor número de actas, debido al apretado conteo de las votaciones. Sin embargo, en el mismo documento comunicó que al recibir la totalidad de los empaques electorales y capturado el 100% de las actas, se confirmaron los números del Programa de Resultados Preliminares Electorales sobre la primera vuelta. Además declaró que según la convocatoria, se comenzaría con el cómputo de las actas de segunda vuelta electoral, pero debido a las inconsistencias en el llenado de algunas actas, se procedería al reconteo de voto por voto de la segunda vuelta en los casos señalados.
Declaró que con el fin de brindar certeza a la militancia, candidatos y sus planillas, se determinó realizar el conteo de los votos de la segunda vuelta para definir a un ganador. Concedió un receso de 10 horas para que los representantes de los candidatos pudieran reunir las actas de la jornada de cada mesa de votación y dar fe de los resultados de la primera vuelta. Remarcó que todavía no era posible definir al ganador, por lo que iba a sesionar hasta tener completa certidumbre del candidato con la mayoría de votos en la segunda ronda. Resaltó que el único interés es contar con resultados fiables, ya que el fin de todo proceso democrático es que los panistas del estado puedan tener completa confianza en que su voto resultó efectivo.
En la mayor parte de la huasteca y resto de las tres zonas del estado, la comisión ordenó suspender el conteo y pidió a empleados del comité estatal y personal que contrató la dirigencia, trasladar los enseres electorales y actas a la capital. El responsable de la zona huasteca de traer los documentos fue el primer síndico del ayuntamiento de la capital, Víctor Saldaña, del equipo de Azuara. Antes de estar en el ayuntamiento, laboró en el área jurídica del partido. Las urnas llegaron a las 5 de la madrugada. La urna y papelería de Villa de Zaragoza, que se ubica a menos de 40 minutos de la capital, fue la última en llegar a las 6 de la mañana del 10 de diciembre.
La comisión reinició actividades a las tres de la tarde del día siguiente. Según consta en el acta de cómputo de la primera vuelta, a las 16:25 horas del 10 de diciembre, se confirmaron los resultados de la primera vuelta donde Aguilar Acuña obtuvo mil 143 votos, Aguilar Hernández 2 mil 503, Escobar 45, Hernández 71, Lozano 2 mil 249. Los votos nulos fueron 197. Votaron 6 mil 208 militantes. Al no estar en el supuesto del artículo 44, primer párrafo de la convocatoria, de no alcanzar la mayoría requerida para ganar, los dos contendientes que obtuvieron los porcentajes más altos, participarían en el cómputo de la segunda vuelta. Los finalistas resultaron Lozano y Aguilar. El conteo concluyó el martes 11 a las 5:29 horas de la mañana. Aguilar sacó 2 mil 463 votos, Lozano mil 952, se anularon mil 794. En total votaron 6 mil 209 panistas, uno más que en la primera vuelta. No se abrieron siete urnas por supuestas irregularidades. Se encontró en un mismo bloque, actas de dos municipios. Algunas cajas fueron violadas.
El órgano responsable entregó la constancia de triunfo a Juan Francisco Aguilar como presidente. En la planilla quedó Alejandro Fernández Hernández, Alfonso José Castillo Machuca, Alexandra Daniela Cid González, Franco Coronado Guerra, Carmen Díaz Pérez, Édgar Ortega Luján, Edith Reséndiz Souza, Cándida Nallely Rivera Palacios. Aguilar ganó al contarse 53 actas correspondientes a las mesas de votación. A la una de la tarde, Jorge Lozano, junto con Escobar y Hernández, acompañados por el ex senador Miguel Martínez Mireles y el ex diputado federal Álvaro Elías Loredo, planillas, equipos y seguidores, convocaron a una rueda de prensa en el salón Manuel Clouthier que se encuentra en las mismas instalaciones del partido. Lozano dijo ser objeto del fraude. Señaló que en Villa de Guadalupe votó el 200% de los electores. Desconoció los resultados vertidos en el proceso que favorecen a su contrincante Aguilar. Aseguró que intervino el comité estatal para ayudarlo. “Según la convocatoria, en los centros de votación se debió contar la segunda vuelta electoral. Lo que sucedió en la mayoría, salvo siete centros, luego trasladaron los documentos con empleados del comité estatal, lo cual generó mucha desconfianza”.
Citó que en San Antonio, en la segunda acta, logró 19 votos y Aguilar 18. En el reconteo, se mantuvo con los mismos números, pero Aguilar subió a 117. La diferencia fue de 99 votos. Aseguró que existen las mismas irregularidades en Tancanhuitz y Villa de Guadalupe, donde el número de militantes es de 33 miembros activos. En el reconteo obtuvo 8 votos y Aguilar 75. Participó más del 200% de los electores. Señaló que las elecciones no son válidas. Se mostró una inconsistencia total, ni en los 70 del viejo PRI se daban tales prácticas. En tres casillas, hubo un diferencial de 210 votos. Se trata de un fraude electoral enorme.