Con el irrestricto respaldo del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, el delegado de programas productivos, Gabino Morales Mendoza, puede cometer los atropellos que se le antojen.Muy rápido pagó las consecuencias la ex oficial mayor del congreso, Marcelina Oviedo, por haber declarado en su contra, en el juicio que le abrió la militante Lissete GarcÃa, quién lo acusó de violencia polÃtica. Coludido con los diputados de Morena, Edson Quintanar y Alejandra Valdés, del PT, Paola Arreola, la panista Sonia Mendoza y del Verde, Cándido Ochoa, lograron correr a Oviedo que no se prestó a manejos oscuros del presupuesto.
Con su estilo gansteril de hacer polÃtica, Morales ya incluyó en su séquito al polémico Pedro Carrizales, alias El Mijis o Pedro Piedras y al huasteco Mario Lárraga, acusado también de libidinoso. Morales tiene bajo su férula a 5 de los 9 diputados que suma Morena. Es en efecto, un super delegado, que con su conducta atrabiliaria, puede trastocar la vida interna del poder legislativo.
Otro que sucumió a los embates de Morales es el presidente estatal de Morena, Sergio Serrano, que vivió los estertores de Oviedo antes de ser corrida de su fugaz cargo. El único que ha reclamado a López Obrador el ciego respaldo que le da a Morales es el belicoso dirigente magisterial Felipe de Jesús Cervantes Pérez, quien avisora un futuro atroz para una legislatura que tendrá nulas diferencias con las anteriores.