
Zelenski torpedea los planes Trump
25 marzo, 20256:16 pmAutor: José Enrique González RuizOpinion
Ni modo de decir que no he tenido amigos del partido de estado, que nos mal gobernó por décadas, el PRI y sus ancestros. Uno me dijo una vez que, en política, hay que negociar hasta con el diablo. Mi respuesta fue que tal vez fuera cierto, pero siempre admitir que no se puede superarlo en las artes diabólicas, o sea, que “nadie es más diablo que el diablo”. Pero en vista de lo que pasó hace poco, comienzo a dudarlo. Y más todavía, al enterarnos de la fiesta que Volodymir Zelenski armó en Inglaterra, donde fue recibido como héroe. Y de que es un judío con ideología nazifascista, algo que suena como una contradicción en sí misma.
Me refiero a la cita que tuvo lugar en Washington y que fue convocada para la firma de un acuerdo entre el gobierno de Estados Unidos y el de Ucrania, para que paguen el costo de la “ayuda” (¿o una parte?) que USA le ha prestado para la contienda armada que mantiene contra Rusia. No se dijo que sería una asamblea pública sobre las negociaciones acerca del tema, que hubiese sido algo más insólito de lo que ocurrió en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Parecía, entonces, un acto protocolario, lo que explica la presencia de la prensa, la del vicepresidente JD Vance y de otros funcionarios, incluso, la embajadora del país ucraniano en USA. Fue Vance quien dio la clave de lo acontecido. El ucraniano dijo que antes de firmar, había que hablar de las garantías para el cumplimiento de lo acordado, por parte de Rusia. En otras palabras, del ingreso de su país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, es decir, de su victoria en la contienda.
Trump montó en cólera y le propinó una serie de comentarios negativos. “No tienes cartas” para ganar, pones en peligro “millones de vidas” y eres “irrespetuoso” por ir a la Oficina Oval, la sede del gobierno norteamericano. Vance le señaló que debería estar agradecido con sus patrocinadores, que “actúan para salvar miles de almas” ucranianas.
La carta que manejó Zelenski fue que los Estados Unidos se siente seguros porque cuentan con un océano (o sea, que están muy lejos de cualquier amenaza rusa), pero “en el futuro”, pueden perder la seguridad (La Jornada, 1/03/2025, páginas 1-17). Y adoptó pose de víctima para luego retirarse sin firmar documento alguno. El acontecimiento dejó ver con transparencia que Zelenski no acudió a acordar nada que no sea el triunfo de la OTAN, la verdadera iniciadora y sostenedora de la guerra en Ucrania. Se ensombreció más el panorama, pues el político con antecedentes de comediante, apuesta por continuar el conflicto, que todo el mundo sabe, puede llegar al uso de armas nucleares.
Zelenski no quiere la paz
Ateniéndonos a los hechos, verificamos que el gobernante de Ucrania, Volodymir Zelenski, acudió a la Casa Blanca en busca de un escenario que hiciera resonar su postura de continuar de manera indefinida, la guerra de la OTAN contra Rusia. Es hoy un personaje al que cobija el rey de Inglaterra y alaban otros dirigentes de derecha extrema.
Ya se dio el gusto de pronosticar que las confrontaciones serán de largo alcance. Coincide con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien anuncia reanudar el genocidio sionista contra Palestina. Y ponen contra la pared al impulsor de ambos, Donald Trump, quien había sostenido, quiere paz en Gaza, para apoderarse del territorio y construir un resort de alto lujo. “Soy un hombre de negocios”, había manifestado poco antes del descalabro que le infligieron sus socios (en apariencia) más cercanos.
Nos confirma que los imperios echan mano de la guerra cuando enfrentan problemas económicos y políticos serios. Y por supuesto, se manifiestan en el declive económico de Estados Unidos y el mundo Occidental, frente al empuje financiero de China, que les gana la partida.
Al ucraniano le salió bien la jugada. Puede presentarse ante el mundo como víctima de los exabruptos y las faltas de respeto de Trump, quien prefiere por ahora, ocuparse de los aranceles con Canadá y México, para someterlos a sus designios. También suma el tema de los capos mexicanos, sin sentirse obligado a decirle al mundo, qué sucede con los de su país. Actúa como si en el norte no existiera
crimen organizado, solo miles de bandas de delincuentes que se mueven sin ton ni son y que no tienen vínculos con instituciones lavadoras de dinero, ni con políticos encumbrados que los protegen.
Los planes de Trump están empantanados, sobre todo en Ucrania y en Palestina, pues la paz no se asoma por ninguna parte. Crece en el globo, lo inestable y la falta de referentes válidos y aceptados. Se permite, subsistan “líderes”, con las características mencionadas.