Zermeño ya genera dudas

11 junio, 202011:01 pmAutor: Oralia Guzmán MendozaCapital Noticias

El dirigente de Ciudadanos Observando, José Guadalupe González Covarrubias, censuró el gabinete del nuevo rector de la universidad autónoma, Alejandro Zermeño, después de ser catalogado como un hombre de gran perfil de cambio y que cuenta con el respaldo íntegro de la ciudadanía. Decidió hacer amarres políticos y tener cerca a personajes cuestionables, con una negra trayectoria. Se buscó que ya no mancharan la institución, no contaminarla con acciones negativas. “En poco tiempo generó dudas”.

“Nos dimos cuenta que hizo tratos políticos para llegar al cargo. Colocó en sus filas al ex secretario de comunicaciones y transportes, Martín Joel González de Anda, con una trayectoria manchada. Hizo contubernio, protegía al Grupo Senda, que traía unidades sin permisos, lucraron, cometieron incontables ilegalidades. Fue parte de los episodios oscuros. Otro que agregó fue al ex magistrado Marco Antonio Aranda, muy cuestionado, con una trayectoria espantosa. Estuvo involucrado con el ex alcalde de la capital, Ricardo Gallardo Juárez, cometieron fraudes por miles de millones de pesos”.

“Aranda siempre hizo el trabajo sucio. Ahora como secretario de la universidad, nos sorprende. Pero a la vez tiene todo el sentido del mundo. Por años, siempre se ponía al secretario como sucesor del rector en turno. Sin embargo, Zermeño rompió la línea con Aranda. Después que cumpla su periodo, ya no estará en la edad para aspirar al cargo. Lo que nos permite imaginar que Zermeño tiene planeado reelegirse, como lo hicieron sus predecesores. Es astuto, aprendió muy bien, se quita la presión del secretario y elimina el riesgo de buscar repetir”.

Zermeño prometió buscar la democracia al actualizar los reglamentos a los tiempos actuales, transparentar las obras que se liciten, activar medidas contra el acoso sexual, “Desde hace algunos años, se ha impulsado y otorgado autonomía a las diferentes facultades, para que elijan a sus directores. Era muy cuestionable que el consejero alumno de agronomía, el consejero maestro de estomatología y el director de física, elegían al director de leyes”.

“Es algo ilógico, sin fundamentos. Lo hicieron porque el rector manejaba a su antojo a los directores. Lo que puede hacer Zermeño es que cada facultad designe y proponga sus ternas y el proceso se lleve a cabo de manera transparente. Indicó que en el plazo de un mes, va a clarificar lo cuestionado por la ciudadanía. En el tema de los acosos sexuales tuvo el acierto de colocar a la profesora Urenda Navarro, una persona comprometida. Zermeño no la tiene nada fácil. Lo presiona gente que estuvo con su antecesor, Manuel Villar Rubio que se resiste al cambio”.

“Pero debe ponerse firme. Lo vamos a vigilar para que haga un trabajo positivo. Lo merece la universidad. Ojalá salgan beneficiadas más generaciones”. Respecto al desempeño de Villar Rubio, que estuvo 8 años de secretario de Mario García y 8 de rector, su estilo se caracterizó por estar lleno de nepotismo, cero transparencia y manejos fraudulentos de obras millonarias que otorgó a conocidos. Llegó al punto de perder el piso y olvidar que San Luis Potosí había cambiado. No entendió que la instancia necesitaba reformas. Cuando estuvo como profesor en la escuela del hábitat, siempre manejo un bajo perfil, dedicado a la academia”.

“Después subió como director de manera fortuita. Había opositores al que estaba entonces, Manuel Galván. Para evitar que el problema se hiciera más grande, decidieron no elegir a alguien de los grupos en pugna. Optaron por una persona que no tuviera conflictos con nadie. Es como se coló. Con el tiempo se le pegó al ex presidente municipal, Mario García Valdés. Le entiende al negocio de director y agarra colmillo”.

“Le gusta la política. Se hace secretario de García durante 8 años. La universidad se convierte en nido familiar, donde los funcionarios meten a sus hijos a la nómina. Las obras se licitaban con procesos amañados. García miró en Villar una persona manejable, dócil, que le cubría las espaldas. Es cuando lo nombra su relevo. Ya como rector, Villar enferma de delirios persecutorios, se pelea con medio mundo. Se convierte en enemigo de lo claro. Luego quiso replicar el modelo que le aprendió a su jefe y dejar un cómplice. Fue el arquitecto Anuar Kasis, pero al final no resultó. Hubo conflictos y dividieron los votos. Le dejaron el camino despejado a Zermeño”.

 

 

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