Un ícono del PRI
17 febrero, 20207:34 pmAutor: La NoticiaCapital Noticias
Desde su infancia, Aurelio Gancedo Rodríguez resultó un ferviente simpatizante del PRI. En la primaria, acompañó y ayudaba a su madre Esperanza Rodríguez Gámez en tareas que le encomendaba el partido. Junto con otros militantes, recorrían dependencias y el congreso, lo que le ganó el afecto de políticos como la entonces diputada local, Yolanda Eugenia González Hernández y el ex gobernador interino Gonzalo Martínez Corbalá, con quien se tomó una foto que se hizo icónica. Entonces le expresó su deseo por ser también mandatario. Fue testigo y participante infantil de acontecimientos políticos, convulsionados días de protestas y enfrentamientos entre priistas y navistas por las irregulares votaciones de 1990, lo que derivó en la renuncia del ejecutivo electo, Fausto Zapata. Gancedo desde entonces se volvió un feroz defensor del PRI, del que fue dirigente estatal y un docto promotor de su ideología durante más de 25 años. El ex funcionario de la Procuraduría General de la República fue encontrado muerto el pasado 22 de enero. El mutilado cuerpo lo abandonaron en unas bolsas de plástico dentro de su propio vehículo, un día después de ser reportado desaparecido por sus familiares.
Su andar por la política potosina y en el servicio público en los tres niveles de gobierno, tuvo desencuentros, acusaciones y pleitos palaciegos hasta con compañeros de partido. En 1995 se afilió al PRI e ingresó al Frente Juvenil Revolucionario. Como niño hizo labores partidistas y ayudó a su mecenas, la ex senadora Yolanda Eugenia González Hernández. Se desempeñó como delegado del partido en varios municipios. Fue presidente del consejo municipal del Frente Juvenil en la capital. Presidente del comité fundador de la agrupación política estatal “Jóvenes en Revolución”. En el 2002 ocupó la secretaría de organización de comité directivo estatal. En el 2006 fue electo secretario general. Acompañó en la dirigencia al entonces diputado local, Adolfo Micalco Méndez, que asumió el mando cuando fue expulsado por corruptelas Jorge Arreola. Ante la licencia de Micalco que se postuló como aspirante a una curul federal por el distrito 3 de Ciudad Fernández, el comité nacional que presidía Beatriz Paredes Rangel y el secretario Jesús Murillo Karam lo designaron dirigente estatal.
En 2008, junto con Micalco, apoyaron en la elección interna para la gubernatura al diputado federal Jesús Ramírez Strabros. Se llevó a cabo una consulta abierta a la militancia donde participó el ex secretario de salud, Fernando Toranzo Fernández, que entró a la última hora, cuando faltaban 26 días para las votaciones. Era el candidato de los ex mandatarios Horacio Sánchez Unzueta, Fernando Silva Nieto y de su jefe, el panista Marcelo de los Santos. Los demás contendientes fueron el senador Carlos Jiménez Macías y el ex delegado del Infonavit, Juan Carlos Machinena Morales. Gancedo se confrontó con Toranzo, quien molestó, le reprochó su parcialidad hacia Ramírez Stabros. Le dijo que dejara actuar como cerdo. Distorsionó su apellido al llamarlo Gancerdo. Le exigió cumplir sus tareas.
Toranzo se impuso con 65 mil 50 votos. Ramírez quedó en segundo lugar con 51 mil 754 sufragios. Jiménez obtuvo 11 mil 711 y Machinena 3 mil 849 votos. Ramírez impugnó sin éxito el proceso mediante dos juicios de nulidad. Exigió eliminar 140 casillas en la huasteca por las irregularidades que se dieron. Ya en la campana para la gubernatura, Toranzo buscó quitar de la dirigencia estatal a Gancedo para suplirlo con ex alcalde de Matehuala, Alfonso Nava. Pero Gancedo se mantuvo por el apoyo que le brindó Murillo Karam.
Gancedo enfrentó además conflictos en 15 municipios por las elecciones de candidatos a alcaldes y diputados locales, lo que derivó en la toma del partido por parte de inconformes que exigieron su renuncia a Beatriz Paredes. El entonces dirigente de la CNC, Óscar Bautista y aspirante a una curul local plurinominal, Oscar Bautista, amenazó con realizar una marcha a México. Señaló que en el PRI hacía falta alguien comprometido con las bases y el candidato a gobernador Fernando Toranzo. El representante del Movimiento Territorial del PRI, Luis Antonio González, expresó que Gancedo le apostaba a que perdiera el cirujano.
Gancedo se mantuvo en la dirigencia estatal. Se apuntó como un logro de su gestión haber recuperado la gubernatura y la alcaldía de la capital con Victoria Labastida. Después se refugió durante un año en el gabinete estatal como director de desarrollo social y regional. Luego brincó al mismo cargo con Labastida, que mantuvo un pleito soterrado con Toranzo. En el 2012, Gancedo pidió licencia y se fue a coordinar la campaña al senado de la república de Labastida, que se quedó en el camino. Sólo se coló su compañero de fórmula, Teófilo Torres Corzo. Cuando el ex delegado del PRI en San Luis y ex gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam fue nombrado procurador de la república en el 2012 por el presidente Enrique Peña Nieto, dio cobijo a Gancedo en la dependencia. Se conocían cuando hicieron mancuerna como dirigentes del PRI. En la PGR fue director adjunto de coordinación operativa y del 2013 al 2015, director de control y registro de aseguramientos ministeriales. Gancedo invitó a colaborar a sus amigos Luis Fernando Ayala Puente, Víctor Hugo Salgado e Israel Guerrero Cerrillo. A Ayala Puente y Gancedo, el organismo Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y el equipo de la conductora de noticieros radiofónicos, Carmen Aristegui, los vinculó como prestanombres en el consorcio de empresas que vendieron a la procuraduría en 32 millones de dólares, el programa de cómputo espía Pegasus, usado para intervenir teléfonos de periodistas y defensores de los derechos humanos.
Aurelio Gancedo en un escrito y video que publicó el 21 de febrero del 2018, negó estar relacionado con los hechos. Señaló que nunca intervino en algún proceso para asignar contratos. Resaltó que jamás un superior le pidió realizar un acto doloso o contrario a la ley. Cuando Murillo Karam fue separado del cargo por la cuestionada pesquisa que realizó sobre los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, encontró acomodo en la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano. Jaló a Gancedo como director de recursos materiales y servicios generales de la dependencia federal. En el 2016, el gobernador Juan Manuel Carreras López le tomó protesta a Gancedo como director del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político del PRI para el periodo 2016-2020, que después se convirtió en el Instituto Jesús Reyes Heroles.
El columnista de La Jornada San Luis, Jaime Nava, el 22 de marzo del 2017 destacó que “el conferencista millonario”, en los primeros 7 meses al frente del cargo en San Luis, Aurelio Gancedo le cobró al PRI un millón 220 mil pesos por cursos de capacitación que organizaba e impartía. Los costos eran muy superiores a los que ofrecían otros proveedores. Sobresale la conferencia-homenaje al extinto Luis Donaldo Colosio el 6 de abril del 2019 que dio junto con el dirigente estatal, Elías Pecina. El ponente de mayor rango fue César Palma, ex asesor y amigo personal del asesinado ex candidato presidencial. La cita congregó a militantes priistas de diferentes generaciones y corrientes.
El jueves 23 de enero del año en curso, Aurelio Gancedo fue objeto de un homenaje de cuerpo presente en el edificio del PRI. En la ceremonia habló la ex senadora Yolanda Eugenia González Hernández. Su madre, Esperanza Rodríguez Gamez y el presidente estatal interino, Edmundo Torrescano. Exaltaron su entrega y amor que siempre profesó al partido. Exigieron resolver el homicidio. La mamá resaltó que siempre estuvieron orgullosos de ser priistas. Torrescano señaló que Gancedo, a pesar de su juventud, tuvo injerencia en varias generaciones de militantes. Lo calificó como un revolucionario que luchó siempre por causas sociales. Le dejó a los jóvenes el legado de luchar por un mejor país.
“Sus cualidades institucionales nos hacen tener confianza en la autoridad. Condenamos y lamentamos el crimen. Levantamos la voz para exigir justicia”. Su consejera González Hernández, conmocionada, recordó que cuando era niño, llegó al congreso para monitorear y reportar las sesiones al gobernador. Destacó que el orgullo y dignidad de ser priista, es el ejemplo que les dejó el niño, joven y adulto. El féretro fue recibido y retirado en medio de aplausos de amigos, familiares y correligionarios. Entre los asistentes estuvo el gobernador Juan Manuel Carreras, que montó guardia. Manifestó sus condolencias a la madre y familiares.
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