El defensor de los derechos humanos, Francisco Parra Barbosa, destacó que en San Luis, se impuso el mandato de los peores, ligados al crimen organizado, cuyo eje central, es dedicarse al lavado de dinero, con el beneplácito de la ciudadanía. Censuró que no exista un plan de gobierno definido, ya que privan las ocurrencias, derivado de la incertidumbre de ganar, aún con artimañas. Para suplir las carencias, se recurre a distractores siniestros, como la emergencia de nuevos grupos criminales y los asesinatos impunes que adornan las plazas públicas. Se dilapida el erario en pinos inútiles y castigan a los trabajadores con el despido arbitrario. No les cubren sus prestaciones aunque estén autorizadas en partidas presupuestales. Sólo gana una familia que hace negocios por todos lados, con incontables prestanombres. No temen al castigo, ya que los protege la presidencia de la república.

-¿Ya se puede hablar de un estilo de gobierno del actual mandatario? -Es preocupante, que sean los distractores permanentes, la tónica de la vida pública gubernamental. La ausencia de un plan de gobierno, porque nunca se creyó en la alternativa real de asumir el poder público. Es decir, no había seguridad de ganar y el hecho entonces de arribar sin aún creerlo, provoca que la ausencia de una estrategia de gobernanza, se traduzca en ocurrencias, trastabilleos, que lejos de garantizar experiencia o aprendizaje, profundizan un desgaste acelerado del bono de confianza que pudo obtenerse los días inmediatos al 6 de junio del 2021, cuando se conoció la tendencia electoral favorable a uno de los aspirantes a la gubernatura. “Tal circunstancia la observamos en lamentables sucesos: un gobernador disfrazado de charro jalisciense, un pino colosal cuyo exorbitante costo superó los dos millones de pesos.

Fue tan absurdo y escandaloso, como su rotundo fracaso el día en que se inauguró. No encendió, a las pocas horas tuvo que ser desmantelado porque se vino de lado. Suena más a un capricho que refleja serios trastornos psiquiátricos: el más grande de Latinoamérica, no sabemos si esconda algún trauma de otra naturaleza. En tanto, a un costado, sendos plantones de trabajadores del mismo gobierno, despedidos de manera injustificada, sin recibir sueldo desde hace tres meses, sin acceder al aguinaldo ya presupuestado en la Ley de Egresos�. “Cabe la pregunta: ¿el dinero del sueldo de los trabajadores, se usó para cubrir la villa navideña que se instaló en las plazas públicas, la de Armas y Fundadores? El estilo entonces, es que no hay estilo, no hay idea, el objetivo es el gran negocio, bajo la égida de: a mí no me den, pónganme donde hay. Lo que menos importa es el gobierno, mientras exista circo sin pan, para distraer.

¡Al ladrón, al ladrón!, grita desgañitado el maleante, en tanto saquea al erario, mientras todo mundo voltea a buscarlo. Por otra parte, se impulsa el terror: muertos por aquí y allá, cuerpos desmembrados, colgados y una supuesta micro narco guerra entre grupos que siembran cadáveres y pululan con videos y narco mantas, que aparecen y desaparecen como fantasmas. ¿No es todo un montaje más que forma parte de los distractores?�. -Aunque el gobernador es Ricardo Gallardo Cardona, el padre, Ricardo Gallardo Juárez, no pasa ajeno. ¿Forman un dueto o actúan por separado?, ¿cada uno qué rol juega? -En las mafias italianas, es sabido que el individuo desaparece bajo el clan y aunque hay un padrino, la familia se extiende con encargos específicos, como una maquinaria, todos se involucran.

¿Qué es lo que vemos ahora mismo en San Luis Potosí? Una familia con múltiples prestanombres, dueños de diversas empresas y negocios. La Noticia San Luis nos ha dado cuenta del fenómeno. No es un solo actor, toda la parentela aparece como socia, dueña y es pública la manera en que se exhibe su vida social. Creo que un estudioso de la antropología puede describirnos mejor lo que sucede. Una narco presidencia de la república, donde el titular acude hasta Badiraguato y se baja de la camioneta para saludar a la madre del principal narcotraficante del mundo. En un contexto más amplio, surge el fuerte rumor de que las gubernaturas fueron subastadas. Aunque demencial, vemos con sorpresa que el presidente del partido Morena, Mario Delgado, hizo todo lo que estuvo a su alcance para perder el 2021 y que otro protagonista ganara en San Luis Potosí.“El resultado: un gobernador constitucional que dice representar la Cuarta Transformación y usa la frase del 2018 que manejó el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, Juntos haremos historia.

Ya que los anales quedan registrados en la prensa, impresa o digital, de manera ingenua podría creerse que fue una idea original. Pero nada tiene sentido. Quizá si volvemos en el tiempo al 2018, entenderemos que una fracción del entonces PRD se alió a Morena en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con lo que se negoció la gubernatura potosina, el resto estaba ya anunciado, aunque no seguro. Fue la traición interna a los militantes de Morena a nivel local y la voracidad de muchos participantes, lo que encumbró el neo cacicazgo en ciernes. Es la falta de grandeza de quienes participan en la vida política y pública local, lo que facilita comprar partidos, conciencias y personas. El clan compra a quien se quiera vender�.-¿Por qué el ánimo anti sindicalista? -Más allá de si hay un anti sindicalismo, lo que se observa es una conducta de hacendado, de patrón negrero, de capataz, cuya prepotencia radica en desconocer cualquier derecho, laboral o en el sentido más llano del término.

Es decir, no se ve al otro como persona, lo que incluye al trabajador. Se le ubica como esclavo, al que se le debe explotar y esquilmar. Es por lo que priva el desdén y la indiferencia. Solo que el mundo no existe a partir de la sociopatía de unos cuántos. Y aunque se pretenda encasillar al estado bajo la bota y la represión, el gobierno, para funcionar, necesita apegarse al derecho. Las leyes establecen que no estamos en la selva. La que debe imperar es la razón y la norma. Lo que justifica la lucha sindical. El resto ni siquiera tiene que ver con un anti sindicalismo, sólo con la prepotencia, ignorancia y la mala costumbre de imponerse de manera arbitraria. -¿Por qué el desdén a garantizar la seguridad, pero se inclinan por un estado policial? -¿La seguridad de quién? ¿La de la ciudadanía? Es evidente que se trata de un desprecio crónico, no comienza con el gobierno actual. Más bien, se agudiza el abandono. La vigilancia no debe concebirse sólo como seguridad pública, ¿dónde queda la jurídica, social, la humana?

Atravesamos una noche muy oscura, donde el gobierno está en manos de la kakistocracia, el gobierno de los peores. Y no es calificativo, es descripción. Solo revisemos los perfiles, la trayectoria y antecedentes de quienes integran el gabinete estatal. Hay reciclados de los sexenios anteriores, identificados con los ex mandatarios Marcelo de los Santos, Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras. Los disfrazan de forma convenenciera, ahora como adalides de la Cuarta Transformación. Hay arribistas, cuya experiencia se desconoce. Lo cierto es que el autoritarismo y lo vertical, mueve todo. -¿Por qué gastar en un inútil árbol, casi 3 millones de pesos, cuando hay incontables carencias? ¿Es un mandato proclive al populismo y la demagogia?-Es correcto. Pero reitero, obedece al nulo proyecto de gobernanza, se privilegia el negocio sobre el proyecto de nación, para el caso local, hay ausencia de programa histórico. Desaparece el estado y se imponen las prácticas del crimen organizado.

El Protocolo de Palermo nos ilustra sobre el modus operandi. Francesco Forgione, un estudioso italiano antimafia, señala que el principal objetivo es lavar dinero a través de reinversiones en negocios. Nos cuenta el ex diputado italiano, que el 60% de la economía mundial, se sustenta en los negocios sucios. Hace unos lustros, imaginar que en San Luis Potosí, viviríamos un panorama de semejante alcance, parecía lejano. Hoy lo padecemos. -¿Es megalomanía, buscar ya la presidencia de la república, cuando es poco el tiempo en un cargo que se compró y ganó con suspicacias? -Se observa que la escalada del gran negocio se vuelve demencial, se pasa del desvalijar en pequeño a industrializar el saqueo a lo grande, con ayuda de cómplices de otro rango y calaña. El que hurta una gallina, es un ladrón de poca monta, el que se roba la granja, se vuelve gobernador. Es la diferencia y lo peor es que el público se hace cómplice, romantiza al criminal, canta sus canciones y aplaude sus fechorías.

No hablamos del Robin Hood justiciero, es el cobrador de impuestos que hace de las suyas a costillas del erario. En cuanto al fraude, quizá en otras épocas, prevaleció el discurso antisistema. Hoy se cocina a partir de la compra de las franquicias en que se han convertido los partidos políticos, carentes de ideología, da lo mismo las siglas y el color. El recuento es triste. Los anteriores caciques como Carlos Jonguitud Barrios y Horacio Sánchez Unzueta, palidecen, ya que enfrentamos una inédita circunstancia. El arribo del crimen organizado al poder público, que busca legitimarse con bailongos amenizados por narco grupos musicales, donde el garrote y la barbarie vertical y autoritaria se ufanan. Triste y aciago el panorama. Pero no hay una sola versión de la historia, ni puede quedarse todo en aceptar el terror como la única alternativa viable. El tiempo y las circunstancias, colocarán a cada quien, en su justo lugar. Los potosinos no nos merecemos semejante desgracia. Solo hasta que sepamos lo que queremos y aspiramos, entonces nos sacudiremos el yugo de semejantes sátrapas y nuestro destino colectivo será otro�.

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