Los enemigos de Florencio Salazar MartÃnez
2 agosto, 20236:31 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Noticias Opinion
Murió el ex gobernador Florencio Salazar MartÃnez, al que el sistema benefició por sus amplios y eficaces servicios de alquimista electoral en múltiples estados de la república. En San Luis, se jugó su futuro polÃtico al sostener contra viento y marea, el fraudulento ascenso a la alcaldÃa de la capital, del ex rector de la universidad autónoma, Guillermo Medina de los Santos, que compitió contra el abanderado del PAN y Frente CÃvico Potosino, Guillermo Pizzuto Zamanillo. Los quejosos mantuvieron las protestas frente al palacio municipal, que resultó incendiado el primero de enero de 1986.
En el escenario apareció bárbaro, inclemente, el ex comandante de la policÃa federal, Julio Alfredo Ceballos Alonso, que con un grupo de atacantes, dispersó a la multitud a garrotazos y gas pimienta. Una de sus vÃctimas fue el aguerrido poeta del Saucito, Pedro Pablo Ibarra Flores, que inmortalizó la afrenta en su libro “Los perros tienen hambre. Imagen del sistemaâ€. Diversas voces culparon de la masacre al ex mandatario huasteco, Carlos Jonguitud Barrios, por las diferencias abismales que tenÃa con Salazar, quien cuestionó su corrupto sexenio y haber formado el anticonstitucional convoy de seguridad, que usó para reprimir al pueblo.
Las protestas contra Medina provocaron el regreso a las calles del lÃder de masas, el matador de dragones, Salvador Nava, que marcó el destino fatal de Salazar con una frase lapidaria y mortÃfera: “que se vayaâ€. La corearon más de 40 mil seguidores en la Plaza de los Fundadores. A la coyuntura fatÃdica contra Salazar, se sumó el experto en golpes de manos, Alfonso Lastras, quién capitalizó el asesinato del estudiante de derecho, Jorge Mena, para destronar de la rectorÃa al debilucho José de Jesús RodrÃguez, alias “El Popoâ€, identificado con la ala ultraderecha del Opus Dei, que tuvo hasta entonces el control férreo de la universidad pública.
La traición a Salazar por la cúpula del sector empresarial se sintetizó en el apotegma periodÃstico “¿Tú también Brutus?â€. Con Nava, Jonguitud y Lastras en contra, la caÃda Salazar estaba decidida. Meses después confesó, con la calma y la prudencia encima, que atrás de la emboscada, siempre estuvo el diplomático Fausto Zapata Loredo, quién le “tendió la camaâ€. El extinto reportero del Heraldo, duró en el cargo 14 dÃas, acusado de fraude electoral por Nava. El presidente Carlos Salinas lo tuvo que sacrificar. En el corto lapso, Zapata saqueó la hacienda pública.
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