
Las constantes zancadillas a Galindo, por ser un obstáculo a planes transexenales de gobierno
12 marzo, 20257:57 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Municipios Noticias
En los sistemáticos golpes bajos que le infiere el gobernador Ricardo Gallardo al alcalde de la capital, Enrique Galindo, sobresale que ahora lo culpa de contaminar el lago mayor del parque Tangamanga uno, por conectar de manera equivocada, el ducto que conduce las aguas negras y pluviales, en las recientes obras de un puente deprimido en el cruce de Himalaya y Salvador Nava. Era el sitio donde antes se generó un cuello de botella asfixiante para cruzar rumbo a Escalerillas, la escuela de ciencias de la comunicación de la universidad autónoma, Club La Loma, la concurrida Plaza San Luis, además de una decena de fraccionamientos. El munícipe acudió al lugar del incidente, para demostrar que no había las conexiones erráticas señaladas. Mostró la norme tubería pluvial seca, aislada de las pestilentes aguas.
También recibió ataques vehementes debido a que la Auditoria Superior de la Federación, encontró irregularidades por 423 millones de pesos y observaciones por más de 125 millones de pesos, en la cuenta pública del 2023.
El edil respondió que se trata de un reclamo mínimo, ya que ejerció un presupuesto anual de 4 mil 400 millones de pesos. Lo que le objetan equivale al 2.8%. Tiene un lapso de 30 días para desahogar las quejas. Parte de las embestidas se pueden explicar porque ahora tiene un nuevo adversario en la cámara de diputados, el ex edil de Soledad y de la capital, Ricardo Gallardo Juárez, quien ocupa la cartera de secretario de la Auditoria Superior de la Federación. Hace equipo con el presidente del comité, Xavier Octavio Herrera Borunda, hijo del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. Los dos se aliaron para complicarle los números a Galindo y sacar limpias, la truculentas sumas y restas de Gallardo Cardona, quien alardea, ser el segundo más transparente del país, después del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres. Repite la jugarreta que antes ejecutó su progenitor, de sacar cuentas perfectas como edil de la capital, lo que casi lo lleva al récord Guinness.
Gallardo Cardona también ataca frontal a Galindo a través del encargado del Instituto de Fiscalización Superior de San Luis Potosí, Rodrigo Joaquín Lecourtois López, quien se presta al manejo faccioso de las cuentas públicas, para forzar a los ediles renuentes, dejar sus partidos originales y dar el bandazo al Verde Ecologista o que se atengan a las consecuencias. El mandatario usa además de golpeador iracundo, al diputado local, Luis Fernando Gámez Macías, al que antes hizo procurador urbano, director del organismo operador de agua potable en Soledad y titular de la Comisión Estatal del Agua, con resultados negativos. En el municipio conurbado, dejó deudas superiores a los 30 millones de pesos. Nunca hizo nada para detener el tráfico del líquido por la familia Gallardo a través de pipas particulares y el robo directo a las tuberías, para surtir los expendios de garrafones gratuitos, con objetivos clientelares. Se confabuló con su jefe para entorpecer la crisis hídrica de la zona metropolitana, con el objetivo de sabotear los esfuerzos de Galindo. Tampoco atendieron las indicaciones del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, de arreglar en definitiva, el ducto del Realito, que genera constantes problemas por su deficiente manejo.
Gámez Macias tiene como encargo primordial, desaparecer el Interapas de la capital, para que Gallardo tenga el monopolio del agua y la tierra en el área urbana, que le permita sin gastar un centavo, introducir drenaje, agua potable y la infraestructura básica en los incontables complejos habitaciones que planea construir en Soledad, San Luis, Pozos y Villa de Reyes. A Gallardo le irrita saber que tendrá de molesto contrapeso a Galindo todo el sexenio. Aunque antes ponía las dos mejillas por cualquier arremetida bajuna, ahora que busca la gubernatura, sacó la casta. Ya se atreve a criticar las deficientes obras de su vecino y le contesta rápido cualquier infundio. Galindo tiene estudios doctorales en gobernanza mientras que Gallardo apenas concluyó la secundaria, aunque compró el título como licenciado en derecho, lo mismo que su padre, Gallardo Juárez. El equipo cercano al edil, sostiene que además de ganarle el ayuntamiento dos veces consecutivas, también ejerce una especie de control psicológico y moral a la distancia, al considerarlo un alumno inconsistente y de reducidos alcances intelectuales.
En la encrucijada de no postular a su cónyuge, la senadora Ruth González, para que lo suceda en el cargo, temeroso de que crezca el rechazo colectivo por encarnar el odiado nepotismo, Gallardo la alista de manera simultánea para buscar la alcaldía de la capital, donde otra vez Galindo, es su principal estorbo. Con los 200 mil votos que carga en la espalda, el munícipe buscará que lo suceda la senadora panista, Verónica Rodríguez, su principal aliada para brincar al palacio de enfrente. Es por lo que casi todos los días, el dueto Gallardo-González, atacan sin piedad a su estoico opositor, al que acusan de corrupto, flojo e ineficaz. Pregonan que tiene en el completo abandono a las colonias periféricas, con nula vigilancia policiaca, sin darles los servicios básicos. A las campañas de desprestigio, se les sumó Gámez Macías y Gallardo Juárez. A Galindo lo espera un futuro sombrío y complicado. Al menos que acuda a rescatarlo, su pupilo, el encargado de la seguridad nacional, Omar García Harfuch o su entrañable amiga, la dirigente estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, hermana de la secretaria de gobernación, la huasteca, Rosa Icela Rodríguez