
La posible llegada de López Beltrán a Morena, le complica a Gallardo Cardona sus aspiraciones caciquiles transexenales
11 septiembre, 20247:04 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Municipios Noticias Opinion
Si el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, el empresario Andrés Manuel López Beltrán logra el cargo de secretario en la dirigencia nacional de Morena, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona recibirá un múltiple golpe mortal en sus aspiraciones transexenales caciquiles, de quedarse con la nómina estatal los próximos 30 años. Y es que casi la inminente relevo de Mario Delgado, con el que trabó oscuros y ventajosos acuerdos, la actual secretaria de gobernación, Luisa María Alcalde, tendrá como tarea primigenia en San Luis, llevar a la cima y allanarles el camino a la gubernatura, a las huastecas, Rita Ozalia y Rosa Icela Rodríguez Velázquez, cuyo destape en Tamazunchale, contó con el respaldo absoluto del tabasqueño y la ambientalista Claudia Sheinbaum, los más felices y sonrientes del acto protocolario.
Además, la próxima presidenta de México, ha reiterado que ya no quiere la mínima alianza con el enemigo número uno de Morena y de la Cuarta Transformación, Ricardo Gallardo. Tampoco con su cónyuge, la senadora del Verde Ecologista, Ruth González, que alardea, es más carismática y popular que la primera mandataria del país.
Si López Beltrán consigue colarse, hará mancuerna con el boyante industrial de Tanquián de Escobedo, Gerardo Sánchez Zumaya, quien ya realiza un incesante proselitismo para relevar a Gallardo, al que llama el delincuente más peligroso de San Luis y pretende llevarlo a las mazmorras de La Pila, junto con su gavilla de cómplices. Gallardo sabe que compite con las reglas de un régimen presidencialista. Y si le faltan conexiones firmes con los mandos centrales, está perdido. Más, cuando se ha confrontado con la élite de mujeres que lo rechazan. Sus opciones se reducen al pintarse como el cacique de horca y cuchillo, que doblega a alcaldes con amenazas, pisotea a los trabajadores sindicalizados y jubilados, al ser el principal contratista y proveedor de la entidad y pregonar a los cuatro vientos, orondo y lleno de soberbia, “en San Luis mando yo”.