La familia Bravo de Zaragoza, con sangre de gallo
23 diciembre, 201910:28 pmAutor: La NoticiaCapital Municipios Noticias
El abuelo de la alcalde de Zaragoza, Paloma Bravo García, fue Antonio Bravo, el clásico cacique de rancho que tenía dinero por el usufructo de una mina de fluorita. Montaba a caballo borracho y disparaba la pistola al aire. Se formó en la bárbara cultura del monte. Fue la imagen viva del corrido de Juan Charrasqueado, que interpretó el tenor Jorge Negrete. Un domingo agarró a cintarazos, en plena plaza principal, a uno de sus enemigos y se desató la balacera. En el fuego cruzado, por accidente, provocó la muerte de su hermano Manuel Bravo, por lo que estuvo preso en la penitenciaria durante tres años.
El padre de la edil es Isidro Bravo, se casó y separó después de la actual directora del DIF municipal, María de Jesús García Zavala, que tiene además funciones de cuasi alcalde. Bravo se considera una especie se chamán, gurú, jacuri, dios prehispánico que hizo rituales y tuvo contacto físico con el peyote que promovió en una cantina de baja estofa que se ubicó en la colonia Las Pilitas. Por inducir el consumo a sus ayudantes menores de edad, fue consignado a las Islas Marías 5 años. Salió y se regeneró al explotar un método con el que rehace las gigantescas llantas de los trascabos que se usan en la minería. Tiene la Vulcanizadora Azteca que maneja su nueva pareja. La Vulcanizadora Bravo, ubicada en la carretera 57, se la dejó a la madre de la munícipe.
En el 2010, la vida apacible de Zaragoza se alteró de manera súbita cuando se supo del secuestro de Ramiro Bravo, primo de la munícipe, hijo de Ramiro Bravo, que se dedicaba a la compra y venta de chatarra. No se descartó que el trasfondo estuviera relacionado con la delincuencia organizada. La familia contrató los servicios de un investigador privado, que se encargó de pagar el rescate en Ojuelos, Jalisco. Se manejó que la esposa de la víctima pudo estar relacionada con el plagio, ya que también corrió la versión de que el rapto lo hicieron aventureros ocasionales.
Los Bravo pudieron despertar la avaricia de sus enemigos, ya que se ventiló el litigio de un rancho intestado que contiene fluorita. Todos se sintieron dueños absolutos y trataron de correr a los demás. Paloma Bravo, buscó desalojar a sus parientes políticos a través de uno de sus novios, que era mecánico. Además, cuando pudieron vender, no llegaron a acuerdo en el precio. Al inicio exigían 80 millones de pesos. Ahora lo tasan en 100 millones, pero está inmerso en marañas legaloides.
Una tía de Paloma Bravo es la ex alcalde de Zaragoza, Amada Zavala, que tiene fama de agiotista. Consiguió el triunfo gracias al patrocinio de oscuros personajes. Cobró chantajes adelantados a sus patrocinadores por varios millones de pesos, con el señuelo de que les iba a entregar los contratos de obras públicas más jugosos. No cumplió. Zavala tiene un hermano, Juan Bravo Zavala, al que acusan de un fraude a la Conasupo. Para no ser castigado, se ha fingido muerto los últimos quinquenios. Lo definen como un hombre frío, calculador, astuto, implacable al tomar decisiones.
Asume funciones de pequeño maximato, el poder tras el trono, lo que ha permitido que sus familiares cercanos y lejanos, no pierdan el control del presupuesto local. Ambos son hijos de Darío Bravo, un bravucón que alardeó tener “alma negra”. Sumó varios duelos a muerte donde siempre salió victorioso. Para desligarse de la fama de su progenitor, la hija optó usar el lacónico nombre de Amada Zavala, que en la última contienda por la alcaldía, se confrontó con su sobrina, Paloma Bravo,. Fue derrotada, no obstante el respaldo del peligroso binomio formado por los ex alcaldes de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallardo Cardona, a los que se vincula con pandillas criminales.
Paloma Bravo dio muestras prematuras de que sabe ser desleal y traicionar a la primera oportunidad. Cuando Amada Zavala ganó la alcaldía en el 2012, la sumó como directora de desarrollo social. Rápido se destapó como aspirante para suceder a su familiar, que la corrió por presuntos desfalcos, lo que motivó, fuera inhabilitada por el contralor municipal. En el 2015, Bravo dejó las filas del PRI y dio el bandazo al Verde Ecologista, para buscar la alcaldía, ya que perdió la contienda interna con el sempiterno aspirante, Rafael Cárdenas Govea, que se ha convertido en su principal detractor. Zavala se inclinó por el director de desarrollo rural, Xavier Gómez, que se enriqueció con el erario. Lo relevó Paloma Bravo, que regresa al redil del PRI, ya que Cárdenas Guillén se repliega y apunta como primer regidor. La alianza de los grupos en pugna rinde frutos. Bravo sacó 4 mil 495 votos. Su tía, Amada Zavala, 3 mil 552. Imaginó que con el respaldo de sus promotores, volvería a repetir en el cargo. No sopesó el desgaste de su principal mecenas, Gallardo Juárez, que mordió el polvo ante el panista Xavier Nava Palacios.
Aunque al inicio del trienio criticó los desmanes financieros de su antecesor Xavier Gómez, que cobró obras terminadas, nunca iniciadas, después se hizo cómplice del saqueo. Rápido se confrontó con Cárdenas y el tesorero Jorge Alberto Sánchez Flores. La denunciaron de un desfalco que supera los 20 millones de pesos. Realiza trabajos con infraestructura del ayuntamiento, pero luego los finiquita por medio de facturas que le facilitan socios o prestanombres. La acusaron de malversar más de 18 millones de pesos del ramo 33, que debió invertir en infraestructura. Lo canalizó en pagar abogados y medios informativos que la defienden de un inminente juicio político. Aunque se estableció que el origen de la ruptura se ubica cuando Bravo tapizó la nómina con una legión de colaboradores fuereños, en detrimento del equipo local que la llevó al triunfo, otras versiones plantean que el cisma se generó al despedir por un faltante de 60 mil pesos, destinados a la compra de forraje, que no hizo la directora de desarrollo agropecuario, Paloma Crespo.
Su familia es dueña de minas de calcio. Patrocinó gran parte de la campaña de la edil, con el compromiso de apoyar a su colaboradora para dejarle la estafeta. Crespo está emparentada con una antigua banda de abigeos y homicidas, Las Coyotas, que brincaron a la historia cuando emboscan y liquidan a siete policías judiciales en lo que ahora es la colonia Simón Díaz. Indignados por la traición, los Crespo aseguran que no descansarán hasta que caiga su ex aliada, que culpa a Cárdenas Govea de financiar el grupo de inconformes que durante tres meses, han bloqueado el acceso al palacio municipal. Fue por lo que solicitó a la auditoria superior, investigar las declaraciones patrimoniales del regidor, para confirmar si en realidad tiene la solvencia que presume. También lo denunció ante la fiscalía local, derechos humanos, tribunal electoral y consejo electoral, por violencia política de género, ultrajes a la autoridad, calumnias y agresiones.
Inspirada en el modelo caciquil de sus ancestros y en las enseñanzas que le prodigó su tía Amada Zavala, a la polémica alcalde también le endilgan tener sangre de gallo, que la empuja al pleito y los golpes bajos. No cumplió los acuerdos que tejió con varios contratistas de Soledad y la capital, que solventaron su campaña proselitista a cambio de obsequiarles los contratos de obras públicas más boyantes. Son también los que oxigenan el plantón de inconformes que no la dejan entrar a las oficinas y la obligan a deambular en sitios alternos. Bravo buscó desalojar de manera violenta a los quejosos. Contrató un equipo élite, que también manejó un acuerdo por la vía del diálogo. Pero no cumplió el pacto de saldar 70 mil pesos. Después de múltiples evasivas, apenas abonó 40 mil, por lo que dejó inconcluso su plan de choque.
En los acalorados tironeos que las partes en conflicto han tenido con varios legisladores, Bravo aceptó regresar a los funcionarios que antes corrió y se forme un comité de vigilancia que ahonde en las erogaciones del presupuesto. Pero rechaza reincorporar al tesorero Sánchez Flores, al que ya le perdió la confianza. Sus adversarios plantean como única alternativa, solicite licencia al cargo y se forme un consejo municipal que concluya el trienio. Exponen que el enredo no tiene salida, ya que a la vilipendiada alcalde, se empecinan en sostenerla, el presidente estatal del PRI, Elías Pecina. Los diputados locales, Martín Juárez y Héctor Mauricio Ramírez. El secretario de gobierno, Alejandro Leal. Pero en esencia, el secretario de organización del PRI, Edmundo Torres Cano, que aparece como proveedor privilegiado en Zaragoza. Ha cobrado varias facturas con empresas que tienen su domicilio fiscal en Zacatecas.
Paloma Bravo engañó a sus votantes
El ex secretario del ayuntamiento de Zaragoza, Alfredo Flores, instó al congreso local y al gobernador Juan Manuel Carreras, resuelvan el vacío de poder que se ha generado en el municipio en los últimos tres meses, ya que ante la ausencia de la edil, Paloma Bravo, se ha complicado garantizar los servicios básicos. Expuso que existe el riesgo de un choque sangriento entres los defensores de la alcalde y sus detractores, que la acusan de un desfalco millonario. Flores expuso que la funcionaria debe aclarar la pena que le impuso la Auditoria Superior del Estado, que la inhabilitó por su irregular desempeño como titular de desarrollo social, en el trienio de su tía, Amada Zavala. Fue inhabilitada en sus derechos constitucionales. No debió postularse para el cargo, lo que permitió el Consejo Estatal Electoral. Los partidos opositores, si la impugnan, no compite.
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