
¿Interés nacional? ¿O de grupo?
15 noviembre, 20229:38 pmAutor: Alejandro Zapata PerogordoCapital Noticias Opinion
Tras el anuncio difundido por la Agencia Estatal de Noticias Rusa, Sputnik, se dio a conocer el pasado viernes 6 de octubre, que el presidente de la Unión Soviética, Vladimir Putin, aprobó y firmó un convenio con México, con el objeto de generar cooperación espacial entre ambas naciones.
Unos días previos, la embajada de Rusia en México, había dicho que se prevé instalar de estaciones Glonass, al referirse al convenio en proceso. Dio por hecho tal acontecimiento.
El gobierno mexicano ante los informes dados a conocer y el escándalo que ha provocado, no le quedó más remedio que salir a dar trasnochadas explicaciones, inclusive, contradijo las afirmaciones de la representante rusa en México.
La guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto de cabeza a gran parte del planeta. Para nadie es un secreto que el gobierno norteamericano, de manera abierta, ha reprobado la invasión. Tampoco podemos dejar de lado los enormes intereses entre México y los vecinos del norte.
Es relevante el hecho de que el presidente López Obrador, presentó en recientes fechas, un plan de paz para terminar con el conflicto bélico, el que fue calificado por un funcionario del gobierno de Ucrania como una acción favorable a Rusia, lo que aunado al convenio que nos ocupa, despierta destellos de sospechosismo.
La circunstancia se torna delicada por el uso del sistema Glonass, consistente en tecnología de navegación por satélites, que expertos en la materia, han dicho que se usa para el espionaje. Aunque el gobierno mexicano ha negado que se vayan a instalar en el país estaciones con tales equipos, han sido tantas y variadas las mentiras que no hay espacio para creerle.
Nos hemos encontrado con un peligroso doble discurso, sobre todo en épocas de grandes tensiones. No es lo mismo engañar al pueblo, que los eligieron, que pasarse de listos con un país extranjero, con el que tenemos una gran dependencia, al ser nuestros principales aliados.
Tras haber salido a la luz pública las verdaderas intenciones, obligan a un replanteamiento de la política exterior, simular que somos neutrales al surgir acontecimientos que nos colocan como parciales, puede tener como consecuencia, giros inesperados e inconvenientes con cargo a los mexicanos.
No había necesidad de introducirnos al conflicto, menos tomar partido y peor, mandar señales que tensan el trato vecinal, por decir lo menos, es una diplomacia imprudente, que genera desconfianza en el ámbito internacional.
El actual gabinete es proclive a andar en terrenos pantanosos, los bandazos son el sello de su discurso. Un día afirman algo y al siguiente se contradicen, con lo que nos hunden en el fango.
Sin certeza, la confianza pasa de largo, al ocultar convenios con otros gobiernos. Nos enteramos de los alcances por agencias de información extranjeras. No quieren comprender que los intereses o simpatías individuales o de grupo, en muchas ocasiones, como en el caso que acontece, no son los de un país entero.
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