Unilateral, sin analizar el trasfondo de los problemas, el gobernador Ricardo Gallardo decidió correr a la secretaria de turismo, Patricia Véliz, en un santiamén. No valoró siquiera, los problemas sindicales que habrá de tener, al desplazar a los trabajadores de la dependencia, que de pronto, cambiarán a otro sitio de labores. Tendrán que dejar a la familia o cargarla, para inscribir a los hijos en nuevas escuelas. Van a erogar renta, lo que antes no cubrían. Sin considerar que el mandatario está confrontado con los sindicatos más belicosos, que no se dejarán intimidar otra vez. Tampoco Veliz iba a arriesgar su vida y cuantioso patrimonio, por un salario que se lo gana en un día en sus boyantes hoteles. Menos irse a una ciudad controlada por el crimen organizado, que le cobra una cuota fija a los comerciantes establecidos, semifijos, ambulantes, taqueros. A los cantineros, les endilgaron un impuesto de 3 pesos por cada cerveza vendida.

Las mujeres que las ofertan, tampoco se salvan del inhumano arancel. Para que nadie se salga de la raya, los vigilan con cámaras internas que instalaron exprofeso. Los que se niegan a cubrir los aranceles, son golpeados o levantados. A los dueños de dos locales, les incendiaron los negocios, por sublevarse. La última aduana insalvable es la muerte. La violencia se incrementó a raíz de la llegada del alcalde, David Medina. Gallardo también corrió a la contralora Lilia Villafuerte Zavala, que fue timorata en su papel de coaccionar ediles que se resisten dejarle al mandatario, el manejo del erario municipal. Al de Rioverde, Arnulfo Urbiola, no lo pudo castigar por darle las obras sin concurso a los contratistas que le financiaron la campaña o hacerlas por su cuenta, donde usa la maquinaria propia. Como el de Mexquitic, Hilario Leal Quitián, se opone a ser pisoteado, Gallardo ordenó al director de protección civil, Mauricio Ordaz, ponerle un listado de trabas al festival del globo que planea realizar los próximos días.

O de lo contrario, le suspenderá lo planeado, lo que puede generar un conflicto mayor. Se podría dar el primer debate donde el gobierno estatal pisotea el artículo 115 constitucional, en el que se plantea la absoluta autonomía de los ayuntamientos. Ordaz se meterá en líos si se comprueba que fue omiso al no verificar que su jefe, haya cumplido con los requisitos para instalar un casino en la reciente Feria Nacional Potosina, donde hubo apuestas millonarias y venta de alcohol sin restricciones. En sus afanes de convertirse en cacique de horca y cuchillo, Gallardo empieza a cometer errores garrafales. Se abre frentes enemigos sin mesura. Muy pronto puede generar situaciones de alto conflicto.

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