Comete robos en despoblados

Los más de 30 alcaldes que fueron obligados por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, brincarse del PAN, PRI, Morena y Movimiento Ciudadano al Verde Ecologista, ya empiezan a pagar las consecuencias de su dócil conducta. Les hace obras que superan el 400% de sobrecostos. En el caso donde existe dinero proveniente del gobierno central, van a tener serias complicaciones para justificar ante la Auditoria Superior de la Federación, los precios del metro cuadrado de concreto, que lo cotiza entre 28 y 30 mil pesos, cuando no supera los mil.

Experto en enredar los hechos, manejó el rehabilitado de la carretera Rioverde-San Ciro de Acosta, que supera los 40 kilómetros, cuando apenas hizo mil metros, que al principio manejó en 25 millones de pesos, aunque superó los 80 millones. Hizo también el bulevar Rioverde-El Refugio, que anunció en 30 millones, pero terminó arriba de los 100. El ex tesorero del ayuntamiento de Rioverde, Gildardo Moreno, documentó a través de un video, que las luminarias, en su mayoría, estaban fundidas a los pocos días. A hurtadillas, frenético, “arregló” la antigua carretera Ciudad Fernández-Cerritos, donde invirtió más de 100 millones de pesos. Apenas transcurrieron algunos meses y ya está llena de baches y auténticos cráteres. Alardeó hacer el parque lineal más grande de América Latina, que parte del llamado Puente de Fierro en Ciudad Fernández al Puente Verástegui, en Rioverde. El tramo supera los 10 kilómetros, pero engañó a los contribuyentes, ya que apenas hizo 500 metros, donde, en su calidad de pailero número uno de la entidad, lo primero que hizo fueron los armatostes que coloca como su sello indeleble, a la entrada de los parques Tangamanga uno y dos. Los precios superaron los 65 millones de pesos. Aunque en la zona media ya quebraron los lienzos charros, irracional, les exige a los ediles, le entreguen las zonas de reserva para construir los elefantes blancos. Le hizo uno al edil del Naranjo, Rafael Olvera Torres, “El Peluchín”, que podría superar los 30 millones. A inicios de marzo inauguró la primera etapa con un coleadero, pero las gradas se empezaron a colapsar.

Le invirtió más de 50 millones de pesos al mercado República para convertirlo en un auténtico chiquero. El epicentro de sus corruptelas se ubica en Soledad, donde estableció un cacicazgo de 18 años. En tres años le ha invertido más de 3 mil millones de pesos, pero en los hechos, podrían ser menos de mil. Tan sólo el falso puente atirantado de Quintas de la Hacienda, lo valuó en casi 600 millones de pesos, cuando su precio real no supera los 100. Gallardo ha quebrado decenas de pequeños negocios donde ofertan tortillas y agua en garrafones, con los programas clientelares de reparto gratuito. Incluso, lo han acusado de robarse el agua de las tuberías para surtir sus centros de abasto, por lo que le urge, tener el control absoluto del organismo operador, Interapas. Ahora pretende dejar en la miseria a incontables líneas de taxistas, camiones urbanos y combis, que durante décadas, han subsistido del traslado colectivo de clientes a bajos costos.

Sin estudios técnicos viales, zonas de ascenso y descenso, nulas señaléticas, amañadas o inexistentes licitaciones públicas, con el insano propósito de llevarse su jugosa tajada en la compra, adquirió cientos de gigantescas unidades para surtir la fraudulenta Red Metro, con el propósito de saturar las estrechas y fracturadas calles de las cuatro zonas del estado, para generar nuevas rutas gratuitas al principio. Cuando no tenga competencia, habrá de cobrar una elevada tarifa, que terminará en sus bolsillos, como sucede con los ingresos millonarios que obtiene en los conciertos musicales que realiza cada rato en la Arena Potosí. Gallardo alardea haber gastado más de 60 mil millones de pesos en infraestructura en un trienio. Genera pavor imaginar el porcentaje que pudo cobrar por sus “humanistas gestiones”. Empecinado en enterrar a la presidenta Claudia Sheinbaum en todos los ámbitos, que hará un número reducido de viviendas en San Luis, su principal opositor ya maneja 30 mil, donde se llevará una tajada descomunal. Las más de 400 escuelas que hizo en la entidad, podrían estar en riesgo de desplomarse, sin ahondar en los sobreprecios de escándalo que manejó.

Alguien que imita el estilo prepotente del mandatario es el alcalde de Rioverde, Arnulfo Urbiola, que se ha convertido en el proveedor más importante del ayuntamiento. No licita las obras, las ejecuta con su maquinaria, caras y defectuosas. No le cubre el salario a los regidores que critican su desastroso desempeño. Busca instalar parquímetros sin concurso público en calles estrechas y sin arreglar. Busca hacer una mini arena. Alardea que tendrá la alberca más grande del mundo. Luce sin recato sus aviones, vehículos que superan los 2 millones de pesos. Pretende dejarle la estafeta a su esposa, Karina Quintero. Tiene su propio cartel delincuencial. La ASF ya le reclamó el manejo turbio de 80 millones de pesos. Ricardo Gallardo Cardona es, en síntesis, un peligro para la economía regional. Dejará a San Luis en la miseria, con deudas por todos lados, las pensiones quebradas, los sectores sociales insolventes, la violencia en ascenso, la democracia aniquilada con la llegada de su cónyuge Ruth González, que tapará todos sus desmanes financieros y continuará inspirada, la misma ruta del saqueo sin límites. (JPM).

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