El gran pendiente de López Obrador: no resolver el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

6 enero, 20256:18 pmAutor: Oralia Guzmán MendozaCapital Destacada Municipios Noticias

Rosario Piedra Ibarra será de nuevo, una gran presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Es una mujer íntegra, capaz y noble. Se legitimó para estar al frente de la dependencia, por una vía que nadie quiere hacerlo, al perder a un hermano, afirma el ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, José Enrique González Ruiz. El también litigante, que conoció a la madre de la funcionaria, la luchadora social, Rosario Ibarra de Piedra, con la que participó en diversas batallas, en San Luis y otras partes del país, recordó que la hija nació en un núcleo familiar muy involucrado en el tema, al desaparecer su hermano Jesús Piedra, estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León, dedicado a la militancia, para combatir las injusticias del país.

Indicó que a la derecha, nunca le gustó el nombramiento de Piedra. Criticaron su labor con una total falta de respeto. “Cuando apenas fue mencionada como posible titular del organismo, empezaron una campaña durísima. La denostaron, minimizaron, ridiculizaron y sin embargo, se mantuvo. No es cierto que sólo se haya dedicado a proteger al gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Es una persona capaz. Me siento contento que siga al frente”.

Señaló el gran pendiente que dejó el tabasqueño: no haber resuelto el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. “Ojalá, para el lugar que habrá de ocupar en la historia, se resuelva el caso en el sexenio que inicia. O le podría ocurrir algo similar a lo que pasó con el ex presidente, Luis Echeverría Álvarez, que hizo muchas obras, carreteras, museos, dependencias públicas y programas, pero lo recuerdan por un solo hecho, la matanza del 2 de octubre de 1968, que ordenó”.

Añadió que López hizo el tren maya. “Muchos quieren conocerlo, ver cómo quedó, pero va pasar de moda. Los estudiantes sacrificados no, porque se cometió un crimen de estado. El conjunto de los poderes, formales e informales, se confabularon para dar un escarmiento a las normales rurales en México, que han mantenido una política educacional alternativa, distinta a las institucionales, durante muchas décadas. A los jóvenes normalistas les dieron trato de contra insurgencia, donde el gobierno elude los tratos legales. Se quita el disfraz que trae de democrático, respetuoso, lo rompe y actúa a su antojo”.

Espera que el actual gobierno federal, tome en cuenta la demanda central de las madres y padres de los estudiantes, saber quién dio las órdenes de la masacre. “Metieron a la cárcel a más de 100 malvivientes de los Guerreros Unidos. Ni siquiera a un dirigente político, al procurador, menos al gobernador. Agarraron al alcalde, José Luis Abarca, del PRD. Había que dar una prueba de que eran tan parejos, que hasta la izquierda cae a la cárcel. Todo tiene sentido, en la política no hay casualidades. Buscaron darle una enseñanza a todo el alumnado rural. Les propinaron tremenda golpiza y borraron a 43 seres humanos, cuyas madres y padres, no van a quitar el dedo del renglón. Tales asuntos permanecen, porque conocí bien a doña Rosario Ibarra, a la las madres de la Plaza de Mayo de Argentina. No se arredran, no olvidan a los hijos jamás”.

Insistió que deben ser capturados los militares y al que dio las instrucciones del ataque, ya que hay una cadena de mando. Juzgar y castigar a los responsables. Entonces el país quedará satisfecho. O será la mancha imborrable de la Cuarta Transformación. “La verdad tiene que ser develada en todos sus alcances. Las indicaciones fueron cumplidas por muchos sectores sociales que intervinieron en el crimen. La policía municipal de Iguala, Cocula, la de Tepecoacuilco, los agentes estatales de Guerrero, los agentes federales, el ejército, la marina, el crimen organizado. Todos acataron lo que dijo alguien, muy poderoso. Tenían la certeza de quedar impunes. Es por lo que fueron muy obedientes”.  

El académico afirmó que el combate al crimen organizado en el país, no es una guerra pérdida, también arreglada, porque el crimen organizado es una parte informal de algunas estructurales del estado. No funciona si carecen de la tutela de grupos ligados al poder. Pero también son prescindibles.Los usan y se deshacen cuando hay que castigar a alguien. “Como acaba de suceder con el Mayo Zambada. Ya estaba muy desgastado, lo agarran y lo meten preso. Los integrantes del crimen organizado, son los pagadores del negocio sucio, donde hay sectores formales del estado involucrados. En el lenguaje de los criminales, se utiliza el concepto cuando detienen a alguien que pasará 10 años en la cárcel, para que los grupos afines sobrevivan”.

Asegura que el sistema capitalista produce fenómenos como el crimen organizado. “Son grupos que surgen de las descomposiciones sociales. A los jóvenes los convierten en matones, halcones o sicarios y crean seres horrendos, como el pozolero. Incluso a la delincuencia se le considera un sector económico, como lo catalogó la maestra Magdalena Galindo, de la facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, que escribió sobre el sector mafioso en la economía mexicana. Los que han estudiado al sociólogo italiano, Antonio Gramsci, saben que el estado tiene una estructura formal de poder, que son el ejecutivo, legislativo y judicial y sus órganos alternos. Pero existe un sector informal, en el que se ubican los banqueros y el crimen organizado, que es la parte más degradada y corrupta”.

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