Cada año, por estas épocas de estiaje la crisis de la falta de suministro de agua potable se presenta como una fatalidad para decenas de miles de familias potosinas en el Valle de San Luis sin faltar. Pero, también cada año es de mayor gravedad, en términos cualitativos y cuantitativos. El agua con que contamos en nuestra reserva hídrica proviene en su mayor parte del acuífero profundo en un 85% o más. Pero esa agua está cada vez más profunda y más contaminada. El 15% restante se obtiene de las aguas superficiales que se almacenan en las presas del peaje (que está totalmente seca), la de San José , con muy poca agua y la presa de control de avenidas como la del potosino.

Está, también la presa de la cañada del lobo, con muy poca agua.El agua que consumimos los potosinos del Valle de San Luis está contaminada, no es agua potable. Tenemos un acuífero sobre explotado que está provocando una mayor tragedia a sus habitantes y a todo lo que se ha construido sobre nuestro Valle. La superficie del Valle se está fracturando. Desde el año 2000, se conocía la existencia de una grieta, ahora de manera oficial se acepta que hay más de treinta y dos. Esto es cada año se han venido presentando una grieta y media más que pone en riesgo la estabilidad estructural de nuestra ciudad y, por supuesto, la vida misma de sus habitantes La respuesta de los mediocres funcionarios públicos es recurrir a la perforación de más pozos para paliar la falta de agua. No es esa la solución. El agua que tenemos es un volumen finito, y además de enorme riesgo para los que habitamos en la superficie del Valle de San Luis si se le sigue extrayendo.

El espejo hídrico ha disminuido más de 100 metros lineales en las últimas tres décadas, esto es lo que ha provocado las grietas que nos están advirtiendo que la aparición de socavones enormes se pueden presentar en cualquier momento, de manera particular en dónde están localizados los llamados “conos de abatimiento�. La respuesta de nuestro déficit de agua está en el estado de humedad. Se debe poner manos a la obra en la elaboración de un proyecto de agua potable para más del 40% de la población del estado que vive en el Valle de San Luis. Se debe dejar descansar el acuífero profundo para que se restablezca su nivel hídrico a cómo la madre naturaleza nos lo ofreció generosa al tiempo de poblar este espacio que habitamos.

Solo se debe extraer el agua que se logre recuperar cada año. No más.Todo lo que desde el poder se ha estado haciendo en las últimas tres décadas es en sentido contrario no solo a lo que la técnica más elemental señala, sino a la lógica misma. Al sentido común. Ha prevalecido, sin duda, la lógica del negocio. De la utilidad. Y ese fanatismo por el dios dinero es lo que ha estado destruyendo nuestros ecosistemas. Nuestros equilibrios estructurales. El agotamiento y la contaminación de nuestras reservas hídricas La caricatura más grotesca de la corrupción y la futilidad la estamos viendo en la mafia que se ha empoderado en nuestro estado.

Nada lo superará en corrupción, impunidad y cinismo. Eso muestra que sin concurso, con precios unitarios por unidad de obra terminada que nadie conoce, ha estado ejecutando en la frivola decisión de meter 500 millones de pesos en la “remodelación� de los dos parques tangamanga. Con esa cantidad de dinero se puede resolver las fugas de agua que hay en la red, por las que cada año se pierden 60 millones de metros cúbicos de agua. No les interesa resolver el problema del agua. Son unos provocadores autoritarios. La sociedad potosina tiene razón en su malestar por la falta de agua. Ese malestar debe pasar a una lucha organizada pacíficamente y prepar la lucha para botar del poder a estos corruptos demagogos que pretenden tenerlos contentos con pan y circo y con miserables despensas. A 3 de abril del 2022, San Luis Potosí, S. L. P.

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