Derroche a tres tiempos para alimentar el ego del gobernador

8 octubre, 20245:49 pmAutor: Capital Destacada Municipios Noticias

En la reciente y ostentosa inauguración de la controvertida Arena Potosí, cuyo costo superó los 600 millones de pesos, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona volvió a sobresalir por el despilfarro de recursos públicos. Para el cierre de su despliegue oneroso, hizo una comida gourmet de tres tiempos, organizada por el lujoso Santuario Restaurante y el Hotel Monarca, a la que asistieron funcionarios, su círculo cercano y medios informativos subordinados.

El menú fue planeado de manera meticulosa. Comenzó con un primer platillo llamado «Aguachile Santuario», que consiste en un mezcal de mariscos con camarón, pescado y pulpo marinados en limón, bañados en una salsa roja de chile piquín huasteco, cebolla morada, pepino y una espuma de aguacate. En el segundo tiempo ofreció «Bife de Cuadril al Horno», un corte de carne sellado a las brasas y horneado, acompañado de un demi-glace picante y papas al ajillo. Como postre, los asistentes disfrutaron «Texturas de Chocolate», un bizcocho de chocolate semiamargo con mousse de chocolate y tierra de cacao.

Como no podía ser de otra manera, las bebidas exclusivas del acto, incluyeron productos en los que Gallardo es socio, para que la plusvalía sea mayor. Entre las opciones, se sirvieron Ron Potosí, Ron Potosí Extra Añejo, Tequila Potosí y agua embotellada de la marca local Potosí.

Además de la refinada comida, se develó una enorme placa conmemorativa, de tres metros de largo y uno y medio de ancho. Un mural que refleja el ego desmedido del mandatario. Al principio apareció una cara que semejaba a Gallardo. Como se ventiló antes de tiempo, lo que generó una lluvia de descalificaciones. optó distorsionar la imagen, montado en un brioso caballo, como los que compra en Europa con el erario. En tres acciones, el gobernador exhibió la sede de sus estrambóticos caprichos a costillas del pueblo, la Arena Potosí.

Aunque asegura que el recinto es para los potosinos, al inaugurarlo, dejó afuera a sus entrañables “ahijadosâ€, que sólo utiliza de pantalla en sus discursos demagógicos. Los reemplazó por los posibles compradrores de palcos que se dedicaron a vitorearlo sin reposo.

El principal beneficiario del mega rodeo es el mismo Gallardo, quien lo asignó a un grupo de contratistas privilegiados, que ha beneficiado con las obras más boyantes del sexenio.

Comments

comments

Comments

comments