Antes con la clínica Wong, ahora con Axioma Kusuri, los Gallardo repiten las estafas al erario

15 julio, 20199:28 pmAutor: La NoticiaCapital Destacada Noticias

Médicos de cabecera del ex edil Ricardo Gallardo Juárez y de su familia, como amigos de la infancia de su hijo, el diputado federal José Ricardo Gallardo Juárez Cardona, son dueños y promotores del Grupo Axioma Kusuri, empresa que enfrenta una denuncia por los delitos de fraude, robo y asociación delictuosa ante la Fiscalía General del Estado. La sociedad obtuvo cuatro contratos por servicios médicos del Interapas por 249 millones de pesos. El dinero se dispersó entre 60 personas físicas y 16 firmas que no tienen nada que ver con el rubro de salud. Algunas son fantasmas. Los doctores Juan Carlos Jiménez Rivera y Juan Carlos Negrete Ayala son los principales promotores y dueños del casi 85% de las acciones. Jiménez Rivera posee el 72% del capital y Negrete Ayala el 5%. Jiménez es el médico de cabecera de los Gallardo. Es originario de Soledad. Negrete es compañero de escuela del legislador.

Jiménez y Negrete comparten consultorio en el edificio que se ubica en la avenida Venustiano Carranza 2070. En el mismo inmueble se ubican los consultorios de Héctor Jesús Félix Moreno, quien posee el 22% de las acciones. Está además Roberto Gerardo Tsutsumi, otro ex socio. Jiménez es otorrinolaringólogo, con una subespecialidad en cirugía de cara y cuello. Negrete es cirujano general, especialista en anti-reflujo, hernia hiatal, colectestomía por laparotomía y trasplante  renal. Ambos atienden a sus pacientes en el Hospital Ángeles del Potosí, antes Centro Médico del Potosí. Jiménez y Negrete operaron de un problema de cuello al comerciante pollero Ricardo Gallardo Zámano, padre de Gallardo Juárez. Negrete es el actual director de servicios  médicos del ayuntamiento de Soledad. Los médicos podrían ser prestanombres de Gallardo Juárez  para sustraer recursos del erario de la capital y Soledad.

El rubro de la salud se convirtió en el puente más rápido que usó Gallardo Juárez para incrementar su fortuna. Antes usó la Clínica de Especialidades Wong. Después la fantasmal proveedora Sandra Sánchez Ruiz. Ahora atacó con el grupo Axioma Kusuri. Le enseñó el camino a su hijo, quién desvió más de 200 millones del erario, por lo que fue encerrado casi un año, al usar el negocio de Enrique Wong Castañeda para triangular dinero público a sus bolsillos. El 13 de octubre del 2009, antes de asumir la alcaldía de Soledad, Gallardo Juárez convocó a una cita extraordinaria de cabildo para informar que a partir del primero de octubre, el servicio médico para los trabajadores y regidores, lo prestaría la Clínica de Especialidades Wong. Le asignó de manera arbitraria el contrato. El primer pago fue de un millón 877 mil pesos. Después 3 millones 571 mil pesos.

En enero de 2010, los regidores del PRI y PAN, Florencio Hernández Torres y Cruz Paulín Rojas, en sesión de cabildo, señalaron que el gasto era exagerado. El tesorero Jesús Salvador González Martínez, que al mismo tiempo era comisario de las sociedades mercantiles de Gallardo Juárez  y su familia, justificó el incremento. “Hubo tres atenciones médicas muy significativas”. Lo mismo hizo el entonces edil. “Una de las razones por las que se incrementaron los costos, es que algunos trabajadores tienen dos esposas”. Prometió licitar el servicio y depurar el padrón de beneficiarios. En mayo, Hernández y Paulín manifestaron que Gallardo reportó salidas por 10 millones de pesos. El gasto anual subió a 74 millones, estaba desfasado. El mismo González expuso que era difícil escatimar lo erogado en salud. En promedio, durante el mandato de Gallardo, le facilitó 10 millones por mes. Significa que entregó a la Clínica de Especialidades Wong, 300 millones de pesos.

Gallardo Juárez, de repente amasó una riqueza inexplicable. Constituyó una serie de sociedades mercantiles que le permitieron adquirir, junto con su familia, cientos de inmuebles. En los archivos del Registro Público de la Propiedad, consta que pagó en efectivo, en una sola exhibición, cada compra. Intentó formar parte de un hospital, propiedad del neurocirujano Enrique Morales Chávez, que se ubica en la lateral de la carretera 57, a unos metros de entrada a la colonia Pavón. A finales de septiembre del 2012 lo relevó en la alcaldía su hijo. El 22 de diciembre, Juan Carlos Jiménez Rivera y Juan Carlos Negrete Ayala, constituyeron la sociedad mercantil Grupo Axioma Kusuri. Dio fe la notaria adscrita 26, María Dolores Villalobos Castillo. Además de Negrete y Jiménez, aparecen como socios Héctor Jesús Félix Moreno, Gustavo Roberto Tsutsumi Hara, Javier Alfonso Pinedo Onofre, María Elena Rodríguez Álvarez, Lidia Guadalupe Delgado Macías y Jesús Ernesto de la Maza Jiménez. Están los abogados Gabriel Andrade Córdova y Dagoberto Castillo Ávila. El comerciante Gerardo Antonio Aboytes López y el inmobiliario Vicente Valeriano Céspedes Hernández.

El total de los accionistas sumaron 12. El 90% los invitó Negrete. Con la mayoría tiene un trato de amistad y laboral. Con Ernesto de la Maza trabajó cuando el ex regidor de la capital fue delegado de la Cruz Roja Mexicana. Félix Moreno maneja su consultorio en el mismo edificio. Es cirujano con especialidad en ginecología y obstetricia. También atiende en el Hospital Ángeles del Potosí. Tsutsumi Hara hace cirugías de anti reflujo. Labora además en el hospital Los Ángeles del Potosí. Pinedo Onofre es cirujano cardiovascular. Jefe de servicio de cirugía de tórax en el hospital central Ignacio Morones Prieto. Es director general de Axioma Centro Medico, hospital propiedad del Grupo Axioma Kusuri. Es miembro de la sociedad médica del Hospital Ángeles. Atiende en el Hospital de Especialidades Médicas. Rodríguez Álvarez es ortopedista y traumatólogo, recibe a sus pacientes en el Hospital Lomas y en el de Especialidades Médicas de la Salud. Aboytes es dueño del negocio de uniformes Aboytes. Céspedes es propietario de la inmobiliaria Buscakasa. Invitó a su pareja, Lidia Guadalupe Delgado Macías, que trabaja en el área administrativa de la clínica 50 del Seguro Social.

A Andrade Córdova y Castillo Ayala, los sumó Céspedes Hernández, tío de Andrade, hoy director de comercio en el ayuntamiento de la capital. Cuando en los medios informativos locales apareció su nombre como socio, buscó deslindarse. Externó que antes de que la empresa celebrara el primer contrato con Interapas, vendió su acción. Pero trascendió que intentó zafarse luego que incomodó a Jiménez y Negrete, al tratar de vender servicios del grupo por su cuenta., lo que provocó varios enfrentamientos. Junto con Castillo, los invitaron como abogados. El mismo 22 de diciembre del 2012 que se constituyó el Grupo Axioma Kusuri, el ex contralor municipal y ex tesorero de Gallardo Juárez, el contador Jesús Salvador González, asumió en marzo del 2013 la contraloría del Interapas. Inició los trámites para asignar de manera directa, el servicio médico a la empresa. La sociedad obtuvo cuatro contratos por 249 millones de pesos. Uno en el último año del gobierno municipal de Soledad. Los tres restantes en la época de Gallardo Juárez como edil de la capital y presidente de la junta de gobierno del organismo. Le pidió a su hijo Gallardo Cardona, mantener en la lista de proveedores a la Clínica de Especialidades Wong y le abrió la puerta del Interapas a los médicos de la familia. No resultó  difícil con la ayuda de González.

En enero del 2013, ya alcalde Gallardo Cardona, la Clínica de Especialidades Wong ganó el servicio médico de segundo nivel, estudios auxiliares de diagnóstico y servicio de formación para los trabajadores del ayuntamiento por 5 millones 878 mil 615 pesos. Por el mismo concepto, pero con un monto de 291 mil 96 pesos, se favoreció a Investigaciones Médicas del Potosí, que le donó a Gallardo Juárez 150 mil pesos para el Festival de Luz Carmeligth. En febrero del 2016 obtuvo en Soledad un contrato por 11 millones 193 mil 145 pesos y otro de un millón 47 mil 979 pesos. El grupo Axioma  Sukuri se inscribió en el entonces Registro Público de la Propiedad y el Comercio el  17 julio del 2013, a 7 meses de haberse constituido. Se desmanteló en menos de dos años. En julio del 2014, luego de obtener el primer  contrato con el Interapas, Jiménez y Negrete terminaron casi dueños absolutos, con el 94% de las acciones.

Antes de concluir el 2014, iniciaron los trámites para firmar con Interapas el primer contrato. Pero el 6 de enero del 2015, la Procuraduría General de la República detuvo a Gallardo Cardona por los presuntos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. La instancia señaló que tan solo de octubre del 2012 a agosto del 2014,  detectaron transferencias por casi 200 millones de pesos de las cuentas del ayuntamiento de Soledad  a las de la clínica Wong por pagos de servicios médicos. Después el mismo dinero se transfirió a las empresas del edil, Creativa Desarrollos Inmobiliarios y Continental Gallardo, entre otras, donde estaba de comisario Salvador González, contralor y comisario de la junta de gobierno del Interapas. Fue tesorero de Gallardo Juárez y 10 meses contralor con Gallardo Cardona.

Antes de ganar la alcaldía de la capital, el padre logró que su antecesor, Mario García Valdés, le autorizara a través de Interapas, el primer contrato a Axioma Sukuri, sin la presencia de González, quien despareció 3 meses, ya que la PGR le giró órdenes de arresto por triangular fondos públicos a los negocios de sus jefes. El primero de marzo del 2015, Axioma Sukuri consiguió el servicio médico y hospitalario de los trabajadores, viudas, pensionados y derechohabientes del organismo, que tenía más de 700 empleados. Le pagó 11 millones 630 mil 943.36 pesos. Fueron mil 238.89 pesos por persona. Cuando Fermín Purata llega al Interapas, Jiménez y Negrete le piden ampliar el convenio y subir la iguala. En la ley de ingresos del organismo del 2016, solicitó al congreso le aprobaran el aumento. Pero luego se negó a firmar el segundo contrato. Los médicos  divulgaron que el funcionario les pidió a cambio un millón de pesos, lo que no aceptaron. Purata argumentó que había una serie de denuncias en contra de la prestadora del servicio y quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Cobraba tres veces más caro y no tenía la infraestructura para cumplir el convenio. Era más una aseguradora. Purata renunció en diciembre del 2015, ya que se negó a ser rehén de la sospechosa empresa. Lo relevó Alfredo Zúñiga Hervert, propuesto por el director de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, César Enrique García Coronado.

En abril del 2016, el contralor Jesús Salvador González simuló una invitación restringida y asignó otros tres contratos a Axioma Kusuri. Incluyó insumos que el organismo tenía con otro proveedor. En el 2016, le pagó por cada persona, 5 mil 388.08 pesos. Al mes, 4 millones 51 mil 836.16 pesos. En el 2017, le asigno dos contratos, el 2 de enero y el 29 de diciembre. En el primero le cubrió 4 millones 953 mil 78 pesos. En el segundo, 3 millones 900 mil 315.68 pesos. En ambos casos exigió una cuota adicional de 119.68 pesos y 125.30 pesos por servicio dental. Y de óptica, mil  896.55 pesos y 2 mil 200 pesor por empleado.

En marzo del 2019, los dueños de Axioma Sukuri solicitaron al alcalde Xavier Nava, intervenir para que el Interapas les pagara 18 millones pesos que le debían. Amenazaron con promover una demanda en su contra y embargar al organismo. El área jurídica le pidió a los propietarios llevar los expedientes para su estudio y resolver el conflicto. En las pesquisas, se detectó que en el trienio de Gallardo Juárez, le pagaron 150 millones de pesos, cuando la proveedora no cuenta con la capacidad para otorgar los servicios. Entonces se presentó una denuncia ante la fiscalía estatal. El litigante Gustavo Barrera López, al que el Interapas contrató para llevar el caso, promovió una denuncia penal ante la  fiscalía local por los delitos de robo, fraude genérico, fraude simulado, peculado, distracción de fondos públicos, ejercicio indebido de las funciones públicas y asociación delictuosa. Estableció que los 249 millones de pesos que recibió la empresa los dispersó en 16 sociedades de las que ninguna, en sus objetos sociales, está relacionada con el sector médico. Tienen otros giros como vinaterías, dulcerías y diversos.

 

 

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