El esperado regreso de Javier Hernández «El Chícharo» al Club Guadalajara, se proyectó con grandes ilusiones. Muchos esperaban que el máximo goleador histórico del seleccionado mexicano, resultara la fórmula para sacar al equipo tapatío de una racha de pésimos torneos y volverlo a la senda del protagonismo. Se miró como el jugador que podría encabezar al rebaño, para convertirse en el favorito en la lucha por el campeonato. Sin embargo, todo resultó muy diferente y el retorno de Hernández trajo más penas que glorias a los Chivas Hermanos.

Hernández no ha logrado, ni de cerca, mostrar la calidad que una vez lo llevó al fútbol de primer nivel en Europa. En lugar de destacarse por su instinto goleador, ha sido más conocido por sus ausencias, lesiones y mediocre desempeño. A pesar de su nombre y pasado, no ha podido replicar el nivel de antaño. Según los especialistas deportivos, se asegura que el club podría no renovarle el contrato el próximo torneo. Lo dejarán como jugador libre, lo que abre la puerta a una posible salida. O en su defecto, el retiro definitivo del fútbol profesional.

A nivel de mercadotecnia, el regreso de Javier Hernández fue sin duda un gran movimiento para la directiva, que obtuvo grandes ganancias en términos publicitarios. Sin embargo, lo que más preocupa a los aficionados, es el rendimiento en la cancha. Es donde ha quedado a deber de manera significativa.

Hernández no ha demostrado gran diferencia dentro del campo. En el primer torneo de vuelta con Chivas, estuvo presente en 9 partidos, de los cuales en 3 fue titular, en 3 fue sustituido y en el resto ingresó de cambio. En varias jornadas no fue convocado debido a problemas físicos y lesiones. En la siguiente justa, las circunstancias no mejoraron mucho. Solo apareció en 6 ocasiones, de las cuales 4 veces comenzó como titular, pero en 2 fue sustituido y en 10 jornadas no fue convocado al primer equipo. Su único apoyo en la actual contienda, fue una asistencia en la victoria de 2-0 contra Querétaro.

En la Concachampions, donde Guadalajara fue eliminado en la fase de grupos, Hernández participó en dos de los tres partidos. Comenzó en ambos como titular, pero su impacto fue limitado, al anotar solo un gol. En el actual torneo, se mostró más activo en el ataque. Pero apenas logró un gol en 10 jornadas. Aunque muestra algo de esfuerzo, ya no tiene la misma enjundia explosiva que lo caracterizó en sus mejores épocas.

Un dato alarmante es que, desde su regreso al fútbol azteca, le han anulado 4 goles por fuera de lugar, un fenómeno recurrente que refleja, ha disminuido su instinto goleador. En total, ha sido señalado en 17 ocasiones. Indica que se distrae para no estar en el sitio correcto, en el momento adecuado. Se nota disminuido con el paso de los años. Aunado a las lesiones y una aparente falta de ritmo.

Los rumores de que el final de la carrera de Javier Hernández está cerca, cobran fuerza. El club de sus amores considera no renovarle el contrato, lo que podría poner terminar con su etapa en el ámbito profesional. Volvió a su casa, que lo puede despedir del deporte donde destacó como uno de los grandes emblemas del fútbol mexicano. Su regreso a Chivas, que muchos esperaban triunfal, parece que terminará como una etapa marcada por expectativas no cumplidas y la nostalgia de lo que una vez fue “El Chícharo”.

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