En una entrevista con el ex diputado federal de Morena, Ricardo del Sol Estrada, denunció que el verdadero jefe del gobernador Ricardo Gallardo, es el ex mandatario de Chiapas, Manuel Velasco Coello, no el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Otro que también le da órdenes al boyante vendedor de pollos, es el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Héctor Serrano, que huyó de México, se vino a refugiar a San Luis, acusado de espiar con fines perversos, a la doctora en ingeniería ambiental, Claudia Sheinbaum, con altas posibilidades de relevar en el cargo al tabasqueño. Espera el mejor momento de saldar cuentas con su ahora detractor.

Gracias a las negociaciones cupulares de Velasco con López Obrador, fue como Gallardo se coló a la gubernatura, cuando sus opciones de ganar eran casi nulas. Apenas había salido de las mazmorras de Hermosillo, Sonora, donde encierran a los criminales más peligrosos, acusado de tener nexos con el crimen organizado y peculado por más de 200 millones de pesos. Entonces en campaña, ávido de los votos empresariales, López Obrador respondió la inquisitiva pregunta del industrial José Luis Romero Calzada, “El Tecmol�, sobre el trato que le daría al peligroso dueto integrado por Gallardo Cardona y su padre, Ricardo Gallardo Juárez.

Sin rodeos, alardeó: “qué me duran el par de mafiosillos�. En lugar de castigarlos, por los tratos con Velasco, les entregó la gubernatura a través del Partido Verde Ecologista, en detrimento de la militancia y simpatizantes de Morena. Por las oscuras negociaciones, fue sacrificada la candidata Mónica Rangel Martínez, a la que Gallardo simuló luego meter a la cárcel, después de pagar una multa de 30 millones de pesos, por un fraude que superó los mil millones de pesos.
Alma de esclavo, peón de Velasco, Gallardo Cardona, para saldar la factura a su mecenas por hacerlo gobernador, lo que nunca lograría sólo por su gigantesco desprestigio, se convirtió en una grotesca calca de su capataz, al que obedece ciego y sumiso. Hace lo que le ordena. Imita milimétrico, el desastroso estilo de gobierno, lo que se comprueba incluso con las obras millonarias sin concurso, deficientes, carísimas, sin que las haya solicitado al menos un ciudadano. Un ejemplo contundente del paralelismo fatídico, se da con el mega rodeo Arena Potosí, que inició sin licitar. Luego la asignó a sus contratistas predilectos o prestanombres. Al principio manejó un costo de 200 millones y habrá de concluirla en más de 500.

Aficionado a los caballos y manganas, en su vilipendiado desempeño, en el 2014, Velasco obtuvo la sede del 72 congreso nacional charro, para lo que ofreció construir un lienzo con capacidad para 10 mil personas, que hizo en los terrenos de la Feria Nacional de Chiapas. Lo criticaron del dispendio, cuando ya existía el centro de espectáculos, Poliforum. Con Gallardo se repite el libreto, le dijeron que podría contratar El Domo, que se ubica a 100 metros de distancia. Pero no habría negocios millonarios.

Gallardo se convirtió en un zar inmobiliario, por los incontables despojos que ha cometido. Velasco fue denunciado por quitarle con chicanas, un predio de 15 mil metros cuadrados al empresario Cristóbal Uvence Rojas, hermano del secretario de turismo, Mario Uvence, que laboró con el actual senador, quien donó el terreno a la Federación Mexicana de Charros. Fue criticado por hacerlo con finanzas quebradas, con un nivel de pobreza del 72%, sólo para practicar su deporte favorito.

Ante la negativa de la ciudadanía que se opuso al rodeo, Velasco matizó el nombre. Lo bautizó primero como como Auditorio de la Gente Tuxtla Gutiérrez y luego quedó como Foro Chiapas. El dinero lo consiguió del ramo 23 que alude a las previsiones salariales y económicas del presupuesto federal 2016. Los fondos los etiquetó en el rubro de urbanizaciones, por un monto de 199 millones 800 pesos. Otro gasto fue de 52 millones 34 mil 500 pesos.

Velasco se comprometió a terminar los trabajos el 19 de octubre del 2016. Como hubo constantes retrasos, arrendó un centenar de trabajadores que laboraron en tres turnos, lo que multiplicó los costos. A un mes del congreso charro, con un 30% de avance, Gallardo repitió el esquema. Aunque presumió vivir un periodo de austeridad, para quitarle a Guadalajara la sede del festejo, Velasco desembolsó una fianza de 17.5 millones de pesos, que incluyó el hospedaje de jinetes y traslado de caballos. Decidido, vehemente, aguerrido, Gallardo acudió a Zacatecas el 27 de octubre del 2022, para ofrecer a San Luis como sede del torneo charro en el año que corre. Fue denunciado de entregar más de 5 millones de pesos a la Federación Mexicana de Charrería, sin precisar el concepto. Presume ser el anfitrión de cientos de invitados, pero no aclara en qué hoteles los habrá de ubicar, costos de comida, pasajes, lugar donde ubicará a los cuadrúpedos y gastos de forraje. Para justificar el derroche, habla de impactar a la economía local con más de mil millones de pesos.

En su momento, al inaugurar el lienzo charro, Velasco presumió reactivar la economía por la asistencia de 40 mil visitantes de diversas entidades del país y Estados Unidos, atraídos por 4 mil 500 jinetes. Gallardo manejó que habrán de participar 228 equipos charros, más de 250 escaramuzas, en las categorías libres de los 32 estados del país, más de 10 entidades americanos y de Canadá. Al encabezar el sorteo el 21 de septiembre reciente en el Centro de las Artes, anunció elaborar una iniciativa de ley para que se destine a la charrería, al menos el 10% de la partida que capta la Comisión Nacional del Deporte.

Además, ya pugna por obtener la sede del congreso nacional charro en el 2024, lo que prohíben los estatutos. En lugar de sancionarlo por derrochar el erario, el poder legislativo federal lo reconoció por convertir a San Luis en escenario importante para la charrería y ser promotor del deporte nacional por excelencia. Lo flanqueó el cantante Pepe Aguilar. El torneo inicia el 8 de noviembre al 3 de diciembre. La Arena Potosí la habría de inaugurar el 31 de octubre. Ahora maneja que la usará en “obra negra�.
Velasco inauguró dos veces su obra magna a donde llevó al cantante de música de banda, Julión �lvarez, compadre y socio de Gallardo, que contrata para posadas navideñas, Feria Nacional Potosina y la mayoría de pachangas en los municipios. El chiapaneco presumió que el Foro Chiapas, que tiene el diseño de lienzo charro, será utilizado en diversos espectáculos musicales, pabellones artesanales y turísticos. Con el propósito de atenuar el desvío de fondos, dijo que el rodeo iba a contar con un anexo para atender al ganado vacuno y caballos, 8 naves ganaderas para 500 equinos, tres estacionamientos para mil 500 vehículos y remolques, un área comercial y de restaurantes. Velasco, arbitrario manejó costos de 180 millones, 200, 250, y 270. Al inaugurarlo, manejó 70 millones de pesos. TV Azteca aseguró que en conjunto, la fiesta charra representó un derroche que superó los 300 millones de pesos. Gallardo habló de inaugurar la arena el 31 de diciembre del 20022, luego el 30 de septiembre, después el 30 de octubre del 2023.

La usará para conciertos masivos y promover partidos de fútbol americano y basquetbol de la liga NFL y NBA. El diseño original contempló un cupo de 12 mil asistentes, pero luego lo cambió a 10 mil. Iba a contar con palcos, asientos reclinables, restaurantes, un acceso iluminado y con árboles. Se podrá cambiar para cualquier deporte. Y que en México sólo existen otras cinco similares. Sería la casa del equipo profesional de basquetbol, Santos del Potosí. Al momento de inaugurarla, tendrá un partido de exhibición de la NBA.
Como gobernador, Velasco ganó todas las competencias charras en las que participó como calador. Mimético, Gallardo hace lo mismo. Coacciona e intimida a los jueces para que declaren triunfadora a su escuadra RG2 y se imponga en la categoría que participa. Consiste en educar en el trote y poses al caballo, que espolea a la máxima velocidad y frena en un espacio mínimo de terreno. Ya es conocido como el “gobernador charro calado�.

Velasco casi lleva a la quiebra a los contratistas que encargó el inmueble. Gallardo enfrentó la súbita huelga de los trabajadores a los que se negó a pagarles el salario de una quincena. Por las prisas y estrés sistemático a los que están sometidos por laborar a marchas forzadas, falleció un albañil, atrapado en una maraña de varillas, cuando una pesada máquina perdió el equilibrio. No permitió que velaran al caído. Apenas dejó que le llevaran algunas coronas al sitio del deceso. Velasco fue censurado por ejecutar un capricho de sexenio. El Frente Cívico Potosino y otras organizaciones, realizaron una encuesta donde se estableció que ninguna gente solicitó la arena.

Es ofensivo el gasto, cuando el hospital central no tiene insumos médicos y los enfermos duermen en el piso, ante la carencia de camas. Denunciaron que la deuda a las pensiones estatales supera los 4 mil millones de pesos y crece a diario. Sin importarle un ajuste de cuentas, en la reciente campaña presidencial interna de Morena, Gallardo se inclinó por Velasco. Simuló respaldar al ex secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández y la ganadora, Claudia Sheinbaum, que lo trata con desdén, por abrigar a su ahora enemigo acérrimo, Héctor Serrano, beneficiario de la hacienda pública de San Luis. No se esconde para darle también órdenes al acomedido Gallardo. (Con datos de Proceso, Carmen Aristegui y medios locales de Chiapas).

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