Las lluvias exhiben la ineficacia y corruptelas en que se mueve Gallardo Cardona

17 agosto, 20224:21 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias

Ya se notan las primeras consecuencias de la conducta frívola y omisa del gobernador Ricardo Gallardo Cardona con dos hechos icónicos. En su avaricia incontenible de hacer obras chafas y caras, no midió los riesgos naturales y técnicos en los trabajos emergentes de la Feria Nacional Potosina, donde animoso, con tal de conseguir asistencias masivas para lucirse en las redes sociales, trasladó el templete del Teatro del Pueblo a las partes bajas del predio, donde antes se ubicó una laguna natural. Ayer, con una ligera tromba, el sitio se inundó en pocos minutos. Ni con la ayuda de varias dependencias que ejecutan obras públicas, pudieron buscar una salida al agua a través de tuberías subterráneas o grandes alcantarillas que permitan el desalojo rápido de las súbitas lluvias.

Las consecuencias fueron desastrosas. Las diversas crónicas relatan que cientos de visitantes de todo el país, acudieron a formarse desde temprano, bajo los rayos del sol y las fuertes ventoleras, para mirar al cantante colombiano J Balvin, pero la tormenta echó por la borda el espectáculo. En el preámbulo, se miraron los oleajes de asistentes, que se empujaron por entrar, temerosos de quedarse fuera. Entre la multitud amorfa, se notó la peligrosa presencia de niños, que pudieron ser arrollados. Contrastó la presencia de un agente policiaco, que optó hacerse a un lado. La mayoría no portaba cubre bocas, una variable que todavía no aporta su dosis fatal. Otra vertiente para medir la eficacia de Gallardo se nota en las obras de pésima calidad, caras y sin licitar que lleva a cabo.

En el festejado bulevar Antonio Rocha Cordero, que arbitrario rebautizó como Circuito Potosí, donde invirtió 400 millones de pesos, apenas lo inauguró y ya aparecieron los primeros baches, que se exhiben en múltiples portales. En las abandonadas obras de Fray Diego de la Magdalena, una zona con recurrentes inundaciones, quitó tuberías de drenaje de más de un metro por otras de 20 centímetros. Con pesadas maquinarias, raspó el concreto hidráulico, que usó en otras acciones que ejecuta en Soledad, lo que le permite ahorrar costos que absorben los usuarios. Sustituyó el material con una capa de 10 centímetros de riego de sello, que tendrá un alcance mínimo. Fue la misma maniobra que ejecutó en la Calzada de Guadalupe, en la ruta que conduce a la Fenapo, que tanto cacaraqueó. Lo que jamás hará el congreso, la contraloría estatal ni la obsoleta Auditoria Superior del Estado, lo hizo la mágica lluvia: exhibir la ineficacia y terribles corruptelas donde se mueve a sus anchas Gallardo Cardona, el dueño de la hacienda pública estatal y muy pronto de los 58 ayuntamientos.

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