Los recientes comicios arrojaron resultados inesperados, se acaban y fortalecen nuevos cacicazgos. En la capital, fenece uno de 30 años que encabezó el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta. Lo releva el grupo familiar que dirigen los ex ediles de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez y Ricardo Gallado Cardona, que están por completar 15 años de manejar a su antojo las finanzas del ayuntamiento. El ex diputado federal reiteró en sus discursos, que iba a desmantelar la mafia del PRI y PAN, que se enquistó en el mando los últimos 90 años.

Se remontó a 1927, cuando estaba vigente Saturnino Cedillo Martínez, que llegó con las siglas del PRI. Desde entonces 20 de sus correligionarios llevaron las riendas del control político. Fue hasta el 2003 cuando se rompió la continuidad, con la llegada del panista Marcelo de los Santos Fraga. En el 2009, el PRI recuperó la estafeta con el cirujano Fernando Toranzo Fernández, quien le dejó el cargo a su secretario de educación, Juan Manuel Carreras López.

En otros ámbitos electorales también se rompieron los viejos esquemas caciquiles. En la competencia de la curul federal en el distrito 3, se extinguió el férreo control de 12 años consecutivos que tuvo el ex dirigente estatal de la CNC, Óscar Bautista Villegas. En los periodos 2009-2012 y 2015-2018 fungió como diputado local. En los lapsos del 2012-2015 y 2018 -2021 ocupó la curul federal. Ahora se quedó en la banca, al ser derrotad por el ex delegado en la zona media de los programas integrales del gobierno federal, Kevin �ngelo Aguilar, con las siglas de Morena y Verde Ecologista de México.

Lo venció con apenas 615 votos de diferencia en el segundo recuento. Aguilar obtuvo el 42%, equivalentes a 67 mil 168 votos. Bautista logró 66 mil 553, el 41.6% de las preferencias. Se cortó su trayectoria de abusos y corruptelas. En sus afanes de ganar a toda costa, amenazó a los campesinos de Guadalcázar, de no salirse del huacal. Los iba a vigilar con un satélite, para corroborar que tacharan su nombre en la boleta. En la anterior legislatura local, Bautista se coludió con otros diputados para sobornar alcaldes a cambio de aprobarles las cuentas públicas. Se le involucró en el uso de empresas fantasmas para facturar inexistentes apoyos sociales.

En Santa María del Rio se derrumbó el mandato de una familia de traileros. La estocada se las dio el ganador de las elecciones municipales, el candidato del PAN y PRD, Emanuel Govea Díaz. La victoria se puede interpretar como triple, ya que el alcalde saliente, Israel Reyna, no pudo cederle la estafeta a su hermano Humberto Reyna. Tampoco ganó la curul local Pedro Reyna, que antes fue edil y se le ubica como el patriarca.

El rechazo se vio reflejado en las urnas al grado que Govea superó 2 a 1 a su más cercano rival, Humberto Reyna y 3 a 1 a Pedro Reyna. Logró el 55.9% de las preferencias del electorado que equivalen a 10 mil 907 votos. En segundo lugar se ubicó Humberto Reyna Rosas con 5 mil 318 sufragios. En un lejano tercer sitio se situó Pedro Reyna Rosas con apenas mil 600 votos.

La victoria de Govea borró del mapa político a los hermanos Reyna, que desde el 2009, se apoderaron del ayuntamiento, cuando llegó Pedro Reyna. En el 2012 promovieron a Armando Reyna, quien fue derrotado. Regresaron el 2015 con Israel Reyna Rosas, que ganó las elecciones y se reelige en el 2018. Su principal oponente es Pedro Reyna, que busca regresar sin éxito.

En el 2021, Israel Reyna busca prolongarse a través de su hermano Humberto Reyna. Juntos bloquean al mayor, Pedro Reyna, que opta buscar la curul local, pero es derrotado por el priista Emilio Ramírez Konishi. La avaricia y pleitos internos hacen que descuiden el avance de Govea, que poco a poco se ganó las simpatías de la gente. Se entrenó como secretario particular del extinto profesor Pascual Martínez, que fue edil en tres ocasiones. Además, le favoreció la mala fama de su antecesor, que durante 6 años, manejó de forma arbitraria las arcas municipales, con la oscura y elevada compra de medicamentos, fiestas para promover su imagen, insumos deportivos a empresas fantasmas y contratos de obras sin licitar.

También se acabó la negra influencia de Antorcha Campesina en Mexquitic de Carmona, donde saqueó el erario sin castigo, Rafael Pérez Rojas. El congreso local lo citó para que respondiera por violentar los derechos humanos de los pobladores a los que no les garantizó el acceso al agua potable. Buscaron mantenerse en la nómina con el candidato del PRI y Conciencia Popular, Miguel Romero Baltazar. La ciudadanía decidió respaldar al abanderado de Movimiento Ciudadano, el arquitecto José Hilario Leal Quistión, que en el trienio 2015-2018 se desempeñó como coordinador de desarrollo social. En el 2018 buscó la alcaldía a través del PAN, pero fue derrotado por Pérez Rojas. Leal consiguió el 41.1% de las preferencias electorales, que representan 10 mil 920 votos. Romero alcanzó 6 mil 631 sufragios, equivalen al 24.9%.

En Villa de Arriaga también se rompió la continuidad de los antorchistas al frente del ayuntamiento, que controlaban desde el 2015, cuando ganó Armando Bautista Abud. En el 2018 lo releva Gustavo Torres, quien buscó de nuevo pasarle la batuta a Bautista Abud. Pero la gente terció por el candidato de la coalición PT y Verde, Salvador López Amaro, quien obtuvo 3 mil 300 votos, equivalentes al 45.7% de las preferencias electorales. Bautista alcanzó 2 mil 82 votos, el 31.6%.

En Villa de Ramos, Antorcha sufrió otro revés. Llegaron en el 2015 con Edgar Adán Tiscareño que en el 2018 le deja el sitio a Abraham Villa Ortega, que ahora buscó heredarle la silla a Fermín de la Cruz Contreras, derrotado por el candidato de la coalición PT-Verde, Erick Giovanni Espino de la Rosa, quien sacó 9 mil 989 votos, equivalentes al 59.8% de las preferencias. Fermín de la Cruz alcanzó 5 mil 726 votos, equivalentes al 34.3%. En Villa Hidalgo se repitió la historia, donde los antorchistas se enquistaron durante tres trienios consecutivos. En 2012, se imponen con Carlos Vite Hernández. En 2015 llegó Gabriel Gutiérrez Cortés. En el 2018 arribó Euridice Meza Mendoza. Ahora buscaron tener la hegemonía con Araceli García Alcántar, quien fue derrotada por el candidato del PAN, Ismael Vázquez Rodríguez, que obtuvo 4 mil 838 votos, equivalentes al 54.4% de las preferencias electorales. García quedó en segundo lugar, con 3 mil 589 sufragios.

El tsunami electoral también irrumpió en el poder legislativo, donde se trastornó la longeva existencia del dueño del partido Conciencia Popular, Óscar Carlos Vera Fabregat, que buscó alcanzar por quinta vez consecutiva la curul. Empezó en el periodo 2003-2006, 2009-2012, 2015-2018 y 2018-2021. Nunca hace elecciones internas en la franquicia que oferta al mejor postor en los comicios. Ahora lo afectó la paridad de género. Contra su voluntad, puso en primer lugar en la lista plurinominal a su alfil, María Elena Ramírez, quien tiene más de 18 años de militancia. Ante el miedo de alejarse del erario, impugnó el resolutivo que le entregó su escaño a la defensora de las causas femeninas, Marcela García, que recibió el respaldo de varios organismos. Calificaron al feroz litigante de misógino y promover la violencia política contra las mujeres.

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